Viaje hacia la sombra se titula la reciente antología del XXVII Premio Reina Sofía de Poesía Hispanoamericana, encargado a la profesora Lina Rodríguez Cacho, quien ha ejercido su tarea con rigor, entusiasmo y conocimiento: ha sido la mejor lectora del poeta catalán.
Joan Margarit ha venido acumulando versos, versos, versos.... poemas, libros, quizá como un modo de expresión casi natural, sencillo, que ha llegado frecuentemente a los lectores. Poeta tardío, y bilingüe, así la antología; pocas veces se le "nota" el catalán de fondo, y supongo que tampoco su naturalidad en el manejo del catalán.
La antologadora ha rehecho y seleccionado de acuerdo con seis "espacios" más o menos temáticos, que le han servido para recoger una excelente antología, desde 1985 hasta un inédito. Se puede completar, libro a libro, o a partir de la edición de J.C. Mainer (de 2015).
Joan Margarit escribe con una evidente naturalidad, adecuando sus versos a la llamada "silva moderna" de estructura impar, aunque a veces se va a catorce (es decir a 7+7) y a veces desciende a cuatro o cinco, incluso hay algunos romancillos y hasta cuartetos de pie quebrado y algún soneto de alejandrinos. Es lo de menos. No le interesa. Lo que sí le interesa es dejar en verso la plenitud de su existencia, en donde plenitud no es gozo sino todo el inmenso arco humano, quizá de un europeo culto que sabe encontrar el sabor y decir la palabra adecuada, y que ha sabido instalarse en el lugar privilegiado -estudios, cultura, ciudad, trato, familia...- que le permite la naturalidad de ese gesto poético. Ni márgenes, ni extravagancias ni fronteras. Toda la tradición poética confluye en Joan Margarit, que la encauza. Y aun que la defiende, como la profesora LRC, que defiende esa "valentía" de decir y ser entendido.
Desde esa vertiente es casi obligado que los "espacios" vengan también de la tradición, empezando por los poemas en torno al amor y sus efectos, las personas, los paisajes que suelen ser de ciudades y todo lo que la civilización alcanza (música, literatura, arte, etc.)
Una auténtica aventura es leer la larga introducción de LRC, que te lleva en volandas por los versos de Margarit, subrayando y acentuando poemas, imágenes, escenas. Parece que en este tipo de poesía –como la de Ángel González o en la de Luis García Montero– está hecha a la medida de nuestra tradición y cultura.
La antologadora ha rehecho y seleccionado de acuerdo con seis "espacios" más o menos temáticos, que le han servido para recoger una excelente antología, desde 1985 hasta un inédito. Se puede completar, libro a libro, o a partir de la edición de J.C. Mainer (de 2015).
Joan Margarit escribe con una evidente naturalidad, adecuando sus versos a la llamada "silva moderna" de estructura impar, aunque a veces se va a catorce (es decir a 7+7) y a veces desciende a cuatro o cinco, incluso hay algunos romancillos y hasta cuartetos de pie quebrado y algún soneto de alejandrinos. Es lo de menos. No le interesa. Lo que sí le interesa es dejar en verso la plenitud de su existencia, en donde plenitud no es gozo sino todo el inmenso arco humano, quizá de un europeo culto que sabe encontrar el sabor y decir la palabra adecuada, y que ha sabido instalarse en el lugar privilegiado -estudios, cultura, ciudad, trato, familia...- que le permite la naturalidad de ese gesto poético. Ni márgenes, ni extravagancias ni fronteras. Toda la tradición poética confluye en Joan Margarit, que la encauza. Y aun que la defiende, como la profesora LRC, que defiende esa "valentía" de decir y ser entendido.
Desde esa vertiente es casi obligado que los "espacios" vengan también de la tradición, empezando por los poemas en torno al amor y sus efectos, las personas, los paisajes que suelen ser de ciudades y todo lo que la civilización alcanza (música, literatura, arte, etc.)
Una auténtica aventura es leer la larga introducción de LRC, que te lleva en volandas por los versos de Margarit, subrayando y acentuando poemas, imágenes, escenas. Parece que en este tipo de poesía –como la de Ángel González o en la de Luis García Montero– está hecha a la medida de nuestra tradición y cultura.
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