Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

miércoles, 22 de febrero de 2017

Leyendo al Beato Bernardino de Obrregón



Debe de ser algo raro pasarse un día leyendo al venerable hermano Bernardino de Obregón, cuya biografía trazó Francisco de Herrera Maldonado, un jesuita, allá hacia 1620, con el sugerente título de Libro de la vida y maravillosas virtudes del siervo de Dios  Bernardino de Obregón, padre y fundador de la congregaciòn de los enfermeros pobres....Incluso a veces un ejercicio de penitencia, por la cantidad de hojarasca religiosa que el viejo texto rezuma,  o por ese impregnamiento extraño que se produce cuando se habla desde el convencimiento religioso, como se solía hacer en la época en este tipo de escritos. 


Lo leí en la edición princeps, aunque ya aviso de curiosas irregularidades en los preli minares, que no son de este lugar (el libro va de 1600 a mitad de siglo). Y lo lei en el asiento 6 del salón general de la Biblioteca Nacional de España, a media luz. Nótese que el libro se ha desterrado a su consulta en el salón general, adonde van a parar los libros de menos valer; los otros, con una R. delante (de "raros") se van a la sala Cervantes. Ya no caben más libros en los depósitos de la sala Cervantes ni menos investigadores; uno de los fecundos logros de la nueva dirección de la BNE.
En realidad estaba cumpliendo con un deber de profesor perdido que ayuda a antiguos alumnos, era una lectura colateral, que nunca había hecho, y eso que uno de mis autores dilectos, Quevedo, habla del beato y con él parece haberse cruzado, en su entierro (Quevedo era joven, 19 años, entonces).


Y me engolosiné con el texto. ¿Me echarán de este blog si digo que me engolosiné, lo mismo que censuran a los que enseñan la belleza desnuda, en donde "desnuda" es polisemántico? No lo sé. A ver. Una vez puse una foto de una dama eue me volvía loco, con aquellas razones de por què me volvía loco, y el blog me envió un correo con la sugerencia de que lo advirtiera antes; está bien. 
Siempre pensé que menuda faena nos hicieron los que desterraron el sexo y aledaños de nuestra condición humana, y lo envolvieron en frases como "Drogas, violencia y sexo" –es un verbo y gracia- o la no menos desgraciada de "sexo, drogas y rock and roll". Tiene variantes, por ahí anda también el tabaco y el alcohol. En un descuido de nuestras creencias envenenaron nuestras ideas, igualito que los de Bankia, que los de "nación", que los de TV, que los de tantas cosas. Hay tanto por deshacer. Lo malo es que para deshacer hay que explicar, hablar y lo que cuelga. Y a estas alturas de España casi ya no hay espacio posible para nada de eso. Nos han invadido. De manera que.... Bernardino de Obregón. Una tarde beata con el beato. Por cierto, ¿por qué no es santo? A ver que pecadillos se le descubrieron a destiempo.


El benemérito jesuita que trazó su biografía –habría que hablar de él; ya lo harán, van a editar otro texto suyo en Clásicos Hispánicos-- hizo pasar ante mis ojos casi toda la historia de España y Portugal de entre mediados del siglo XVI hasta cien años después; Felipe II, El Escorial, la muerte del Monarca, las bodas de Valencia.... con rincones nuevos, desde luego, curiosidades, detalles, etc.
 


Muchos se refieren a Madrid, sus calles, gentes, modo de vida, edificios e instituciones. No sé si se ha empleado en asentar la historia de la capital. En las ilustraciones doy el indice porque dice mucho de la extensión y riqueza del libro, con capìtulos harto alejados de las piadosas gestiones de Bernardino.


Mucho me ha interesado por ejemplo el de la historia de los hospitales (para huérfanas, caballeros, mujeres del amor, convaleciente, niños huérfanos, italianos.....) que hasta 18 había, reducidos luego al General y cinco más, para intentar allanar los terrenos del final de Santa Isabel –las monjas, hoy del opus, aunque lo nieguen–, que es donde se estableció primero. Luego sufrió mucho, la fábrica actual se levantó durante los reinados de Fernando VI y el benemérito Carlos III, a mitad del s. XVIII: es el Centro Reina Sofía, maravilloso museo, tanto por su arquitectura y espacios como por buena parte de su contenido. El lector puede hacer una estación en Carlos III, del que hay al menos cuatro exposiciones actualmente en Madrid, no lo sé muy bien, porque ya redacto de corrido, con poco respeto por la erudición.
La peste de la que hablaba Mateo Alemán ("Dios te libre del hambre que sube de Andalucía y la peste que baja de Castilla") se llevo a Benarnardino en 1599, que es cuando se estaba escribiendo el Guzmán de Alfarache, y cuando más se trataba del Amparo de pobres, tema de rabiosa actualidad y razón por la que Lope ennoblecía a villanos arrinconados y labradores honrados, que eran los que llevaban el pan, la carne y la leche a la corte.
Bernardino, a pesar de morir apestado, emanaba olores de gloria, se dice. No sé, no sé. 
No puedo seguir, se me va la pluma al lienzo histórico, muy, muy amplio. 
A veces me dicen amigos, colegas, etc. ¿no vas a escribir una segunda edición de una biografía de Quevedo? No, contesto. –¿Está todo? ¿No hay nada nuevo?
– Al contrario, hay muchos datos y noticias nuevas... pero no habrá nueva edición.
–-No. No hace falta, primero porque "historiar" es salir de la acumulación de ciscunstancias y datos, de la erudición, para mirar desde lejos y no terminar reconstruyendo otra Babilonia, inútil. Se necesita un objeto mental que insertemos en nuestro conocimiento y manejemos en nuestra conducta e ideas.
Segundo, porque no suele importar demasiado. Este mismo blog está llenito de autógrafos y noticias, de muy primera mano, casi siempre inéditos, que duermen.
Por la misma razón nunca haré una segunda edición de una Métrica (agotada desde 1913), ni daré los resultados de una bibliografía sobre las relaciones históricas entre China y España.


Se va, se va esta nota.
Ddejo unas cuantas páginas –ahora que ya se puede hacer esto en la BNE– con pasajes aludidos, índices e ilustraciones, para algún alma gemela que se regocije con su lectura.
¡Qué tarde, qué lectura! ¡Qué soplamocos a Bisbal, Bustamante, el Hormiguero, Salvados, Gran Hermano, los Hernández, los niños cocineros.... Sé que si sigo con esta lista no podría terminar en varias páginas más.
El Beato Bernardino, que entrego su vida a la miseria de la condición humana –enfermos, viejos, huérfanos, mujeres abandonadas....–  y murió apestado, en Madrid, al año siguiente de hacerlo el Monarca que más misiones en la corte le había encomendado: Felipe II.

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