con el sol y las lluvias del invierno
los gincos y los arces se han dorado
al liquidámbar aun le quedan hojas
y una alfombra ha tejido sobre el prado
con el sol de la tarde se encendieron
las copas de los fresnos y los plátanos
invierno avanza gélido implacable
todo resulta limpio y renovado
las moreras los pinos los madroños
hasta los chopos lucen troncos claros
como los abedules escondidos
entre sus hojas miran los carvallos
el paseante recoge algunas hojas
resbala el sol de invierno sobre el lago
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