Un lamentable accidente en mi Puerta del Retiro, la de Ibiza, se ha llevado la vida de un niño de cuatro años; se cayó uno de los grandes pinos de esa entrada. Me dicen los expertos que es muy difícil evitar –con tanto temporal– los que se van a caer; la poda, en todo caso, ha sido severa, por lo que veo, y muchas partes del parque se mantienen acotadas. Supongo que medio centenar de árboles viejos necesitan algún rodrigón que evite su caída sobre gente; y supongo que es una tarea larga y complicada.
Al margen de la poda y los espacios acotados, el Retiro había recibido la bendición de la lluvia –como toda España– y empezaba a desperezarse. Todavía está cerrada la Rosaleda; y el otro día fotografié las forsitias desde fuera de la verja; pero hay un despertar evidente que anda vistiendo el aire de brotes y capullos, los más abundantes esa especie de paracaídas que agrupan los retoños, las hojas retoño, de los castaños. En otros casos, el ciclo de la naturaleza ha vuelto a empezar, apenas quedan lilos y, como contraste, me llaman la atención los muchos álamos, esqueletos blancos y alzados, que salpican el verde generalizado.
También florecieron las magnolias de flor (como la de la foto, delante del palacio de Cristal) todos los espacios acotados se han llenado de flores menudas y los jazmines sin olor (los amarillos), además de los prunos y otros muchos más. tempranos.
Ahora habrá que venir casi a diario.
Y aun así, se anuncia un nuevo temporal, que llega desde Galicia.
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