Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La factura informativa a sanidad

En la próxima ocasión que acuda al médico de mi mutualidad oficial voy a enviar una nota –también oficializada, por cuanto la haré yo, como titular del seguro– informativa al Ministerio de Sanidad, y de ahí para abajo, para que hagan cuentas y utilicen los servicios médicos responsablemente. Les diré, por ejemplo –y es totalmente real– que la visita que hice al oculista la semana pasada para que me sacara con unas pinzas una brizna de planta y que duró unos cinco minutos, con la inspección ocular,  con un sencillo prorrateo de los cuarenta años que llevo cotizando –a gripe por año, poco más o menos– me salido por unos 7500 euros (la foto corresponde al telediario de hoy; y no, no soy yo con la pajita en el ojo, claro). De la misma manera que cada vez, mensualmente,  que acudo a mi médico general para que me firme una receta –las famosas pastillas de la tensión, alta, como corresponde a un profesor de la UAM–, a veces sin necesidad de ver al doctor, me cuesta –tirando por lo bajo– unos 400 euros. Eso sí, en la única ocasión que se me ocurrió acudir a unas urgencias urgentes hacia las cinco de la mañana, hace unos tres años, en el lugar más próximo el hospital Gregorio Marañón, el centro me pasó una enorme factura que mi seguridad oficial se negó a pagarme, aduciendo que tendría que haber acudido a un hospital designado, a unos tres kilómetros del lugar de autos.
Resueltamente habrá un intercambio de papeles: si un funcionario de la sanidad me entrega la hoja de gastos ocasionados, yo le contestaré con otra de cuotas recibidas; lástima que sea ceremonia informativa, porque si se partiera el sol me tendría que dar un colirio envuelto en un cheque de 500 euros.


Y que no me hagan razonar más.

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