Porque en la deliciosa travesía de la calle Bravo Murillo, además de pararme en todas las tiendas de frutas de los indios, en las casas de masajes de los chinos, en los bares de los peruanos, etc. he encontrado que puedo resolver todo tipo de problemas con los africanos (creo que son senegaleses, pero no estoy seguro), que protegen "contra todo tipo de males", incluyendo los del amor, la salud, el dinero...., con cosas tan curiosas como lograr que la "pareja vuelva inmediatamente". Menos mal que hay gente que se ocupa de la felicidad ajena.
Para ir haciendo boca, supongo que son algunos anuncios de los hoteles de la zona, en donde se lee "eche una siesta de hasta tres horas por 30 euros". Una siesta de tres horas (con baño completo), para el que no puede ser presidente de la comunidad de Madrid, y dormir o hacer lo mismo en lejas tierras y hoteles de siete estrellas.
Paso por delante del anuncio de la siesta, me tomo unas empanadillas argentinas en el mercado de Maravillas y me da el "maestro Casama" su receta de felicidad. El mundo está bien hecho.
Y esas estupendas escuelas republicanas, rescatadas por Barranco, el alcalde de Madrid, qué modelo para los gerifaltes del PP que se dedicaron a llevar niños a barracones. Hay varias, otra en la C/ Lope de Rueda: se las distingue por la amplitud de los espacios y las ventanas, la nobleza de los materiales empleados, siempre con jardín.... También se rescató, en este barrio, la Junta Municipal del barrio, uno de los edificios más relumbrantes y dignos de la calle Bravo Murillo.... y también republicano.
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