Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

viernes, 19 de mayo de 2017

Nuevas Repúblicas


El título es algo engañoso, pero se percatará uno de lo que quiero decir cuando vea la portada de uno de los libros de Jerónimo Román, el sabio agustino que escribía –sobre todo desde Salamanca– y que en los años finales redacto toda una enciclopedia de enorme curiosidad, en los tres volúmenes de una obra que se titulaba Las repúblicas del mundo. En las primeras ediciones de esa obra no aparecía La China, ni tampoco otras de Asía y África, como la antigua Ethiopia, por ejemplo. Pero en la voluminosa edición de 1595, en tres volúmenes, avisa que ha incorporado a las Repúblicas media docena de países ahora conocidos, entres ellos China.


A punto de publicar una segunda parte de las Fuentes para el estudio de las relaciones históricas entre China y España, recojo esta noticia suelta, que me sirva como pretexto para anunciar que los mejores –los iniciales– sobre China van a ser publicados en la colección de Clásicos Hispánicos. En verdad no se han reunido nunca de esa manera, ni sistemáticamente, aunque hay un artículo reciente que los enumera y ya León Pinelo lo intentó, de la única manera que entonces se podía hacer, precariamente. Dirigirá esa sección el doctor Javier Yagüe, poeta, humanista, traductor –oficial, en Bruselas– y también de Montaigne, su última y estupenda contribución. Javier Yagüe se encargará también de editar alguno de los primeros volúmenes, con textos muy, muy dispersos (estamos hacia 1550), cartas, relatos, noticias, etc. en donde se mezclan frecuentemente el portugués –fueron los portugueses los pioneros en casi todos los descubrimientos– el latín y el castellano. Poco a poco asoma el holandés, el flamenco, el francés, el alemán, el inglés.... que serán más abundantes a partir de 1600, fecha en la que termino mi recensión (que aparecerá en la revista VOZ Y LETRA, en donde se publicó la primera).


Todos esos azares necesitarían muchas explicaciones, que no caben aquí. Sea la primera que Portugal y los portugueses fueron los pioneros en los descubrimientos y que en portugués (a veces en latín) estaban los primeros textos, los más interesantes. Tuvieron la desgracia de perder al rey don Sebastián matando moros y de caer bajo el poder de la Monarquía Hispana. Es historia larga.


Existe además una especie de disputa entre las órdenes religiosas por atribuirse las primicias de conquistas y otras aventuras históricas, Si uno lee al agustino Román Jerónimo tropezará constantemente con ese tipo de comentarios, por ejemplo cuando presume de que la disputa sobre la antigüedad entre dominicos y agustinos cayó a favor de su orden, o cuando –por centrarnos en nuestros textos– comenta que los agustinos precedieron a cualquier otra orden en pisar tierras del Pacífico, apoyándose en Urdaneta (es uno de los textos que ilustra esta entrada). Sus obras aparece, casi siempre, como una ostentación de la orden y de los frailes que la forman, basta ver los apéndices de algunas de ellas (conventos, frailes, lugares.....)


Estoy citando al agustino Jerónimo Román, y advierto lo del agustino porque hubo otro famoso jesuita del mismo nombre –Román Jerónimo de la Higuera–, el autor de la Historia de Toledo e inventor de patrañas históricas sin cuento, que además fue profesor de Quevedo en el convictorio de jesuitas Ocaña. Es sintomática la avidez de los jesuitas, recién establecidos y fundados, por inundar latinoamérica y, quizá aun mejor, el Pacífico: Japón, Filipinas, China.... Llegaron un pelín más tarde que franciscanos y jesuitas, pero no les amedrentó la tardanza.


Me he enfrascado en las obras del agustino. Aun tengo que volver al convento de Valladolid, en donde estuve ya hace muchísimo tiempo, buscando quevedos, que encontré, por cierto. Ofrezco en el facsímil su noticia del viaje de Urdaneta ), el correligionario que Felipe II sacó de un convento para que encontrara el camino de vuelta desde Filipinas al Nuevo Mundo (Alaska, California....), una de las aventuras más curiosas de las muchas que entonces ocurrían, bastante conocida.
Tamnbién un facsímil de su Repúblicas del Mundo, del que he visto que hay una edición moderna (de 2009), que en la Biblioteca Nacional de España, uno de los lugares donde trabajo, se ha llevado al almacén de libros de Alcalá y que no he visto (hay que pedirlo con antelación, este investigador va a salto de mata y prefiere leer casi siempre los originales) a cuyo segundo volumen me refería cuando comentaba que es una auténtica enciclopedia, y en cuya última edición (de 1595) otorga el estatuto de nueva República (no aparecía en la edición de 1575) a China y a media docena de lugares nuevos, entre los cuales la república de los tártaros, por cierto.

Un mundo nuevo. China, que a pesar de su antigüedad, no existía en nuestra conciencia geográfica e histórica antes. Ya existe. Hace falta que, desde la ladera China, se nos diga cómo se integra lo que era "nuestro" mundo en el suyo, porque en realidad no era un descubrimiento único, sino el encuentro entre dos universos distintos.

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