El viajero ha estado diez días en China; pero no se ha podido asomar a esta página, ni referir lo que podría ser de interés. Al parecer la famosa reunión de los veinte se va a celebrar en Beijing, y allí también tenía lugar otra reunión de alta política, lo que extremaba los sistemas de control de la información de las autoridades chinas y provocaba que no funcionase nada de nada europeo o americano (Google, facebook, gmail...), ni si quiera mi curso de chino iba en el Ipad, la restricción alcanzaba a los VPN, que deben de estar luchando batallas extremas en territorio de las comunicaciones internacionales.
El viajero comprende más o menos a todos: la necesidad de mantener equilibrados a mil quinientos millones de personas; la necesidad de controlar valores y sistemas ideológicos, etc., como comprende el tipo de falacias que van discurriendo por ahí, verbo y gracia, lo de que es mejor sistema democrático el norteamericano o el español que el chino. Nadie dice que en Estados Unidos vota un escaso 30 por ciento de la población, en tanto que el sistema chino de representación alcanza –partido único– una proporción mayor; a nadie se le ocurre comparar los sistemas de control chino con los sistemas de control de las economías capitalistas o neoliberales, de un refinamiento que alcanza a las raíces mismas de la dignidad humana, por la supresión de niveles de educación y cultura, traspasados a procesos de propaganda masivos (TV, por ejemplo). No quisiera seguir por esa derrota, muy conocida y con demasiados vericuetos.
Agruparé unas cuantas entradas, tres o cuatro, para dar razón de lo más interesante, que puede empezar por lo más hermoso, ya que ha salido una perorata al abrir el blog. Y lo más hermoso bien puede ser el día que Hangzhou, la ciudad de estos días, despejó su cielo y nos dejó ver cómo el sol se iba por el lago del Oeste, entre las siluetas de la gente y el esbozo floral de cerezos, ibiscos, rosales.... y la fragilidad de las ramas de los sauces que rodean el lago y construyen paseos, plazas y avenidas.
Agruparé unas cuantas entradas, tres o cuatro, para dar razón de lo más interesante, que puede empezar por lo más hermoso, ya que ha salido una perorata al abrir el blog. Y lo más hermoso bien puede ser el día que Hangzhou, la ciudad de estos días, despejó su cielo y nos dejó ver cómo el sol se iba por el lago del Oeste, entre las siluetas de la gente y el esbozo floral de cerezos, ibiscos, rosales.... y la fragilidad de las ramas de los sauces que rodean el lago y construyen paseos, plazas y avenidas.
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