Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

sábado, 4 de junio de 2011

La colección de clásicos de la Real Academia Española


La RAE es una institución tradicional, de fines nobles y de prestigio social y, algunas veces, académico y literario. Acaba de anunciar que va a publicar una colección de clásicos españoles, al parecer de unos cien títulos y que así –se justifica– recupera una vieja idea de Azaña, pone a disposición del público textos fundamentales de nuestra historia literaria y muestra más o menos el mapa de lo que es el patrimonio literario. ¡Ah! Y venderá esos libros, a su justiprecio. Empezará por el Cid, El Buscón, Berceo....
Habrá algo más, porque ninguna de las razones es razonable, más bien parecen subterfugios, palabro que sirve para señalar los movimientos y explicaciones de alguien que no quiere o no sabe decir la verdad.
Primero, recuperar una idea de hace cien años, con trasfondo filológico y ecdótico –ya entró esta palabra en el DRAE– es un disparate. No creo que vayan a editar el poema del Cid como se hizo antaño; ¿y qué harán con el medio millar de ediciones que desde entonces ha habido? Quieren decir que, bueno, que Azaña había pensado y tal. 
Segundo, durante esa centuria a la que aludía cada uno de los textos que van a editar ha tenido su propia historia crítica y textual, a veces tan rica, extensa y profunda que es imposible orillarla. Para decirlo con ejemplos y de modo sencillo: la edición que a mediados de los sesenta hizo de El Buscón Lázaro Carreter, correcta en su momento, ha pasado a ser una antigualla llena de disparates, aunque solo sea porque se basaba en impresos que luego –lo descubrió Jaime Moll– resultaron falsos y porque su estudio textual dedujo, a tuertas, lo que ya hoy nadie defiende.
Tercero. ¿Querrá decir la RAE que ha encontrado la panacea sobre el Cid, El Buscon, los Milagros....? ¿Y que en consecuencia edita aquellos textos que ya están petrificados críticamente? ¿O va a seleccionar algún editor para que emprenda esa tarea? Me temo que, como no veo en esta noble institución especialistas para esos cien títulos, tendrá que entrar en el mar y elegir un pez. Y si no son especialistas, a lo mejor se traen un jurel o un chicharro creyendo que es un besugo.
Cuarto. ¿Y esos cien textos que se van a elegir –voy a huir de la palabra "canon"– constituyen el amor de quién? Porque a mí no me suelen gustar nada los amores de Francisco Rico ni de Víctor García de la Concha, que son los que han llevado la voz cantante. Y mira que a ellos sí que les quiero.

Recuperemos las razones: mejor no inculpar a las ideas literario-textuales de Azaña; no es cierto que la RAE (es decir: los individuos que conforman la institución) pueda establecer una lista de clásicos; no es cierto que de esas obras no haya excelentes ediciones en las bibliotecas y en el mercado, probablemente mejores que las que ellos bendigan. No es cierto que en la RAE (sus individuos) estén capacitados para ejercer esa tarea tal y como la están presentando.

Y ahora se argumenta desde la otra perspectiva: la RAE es una institución oficial y sus trabajos nos conciernen a todos –y se pagan con dinero de todos–, de manera que no parece que puedan arrogarse una condición de prestigio en campo ajeno. Y que inicien esa tarea para la que no están preparados y que no es de su incumbencia.

Eso sí, en ningún momento se habla del dinero que podría reportar este mejunje. ¿Se podría explicar todo el trasfondo económico o es secreto?

Sería triste tener que decir –y publicar– cosas como: y lea usted los milagro de Berceo en cualquier edición, menos en la de la RAE.
El asunto tiene muchos más recovecos. Ya los iremos viendo.

2 comentarios:

  1. ¿Y por qué nadie dice esto mismo así de claro?

    ResponderEliminar
  2. Quizá por la misma razón por la que tú dejas tu comentario como "anónimo".

    ResponderEliminar