De las ediciones (nota de
PJP para consumo de CH)
Con falso rigor un texto es inédito cuando no se ha publicado o
editado nunca; por ejemplo nuestro número 12, un diálogo del siglo XVI de
Francisco de Enciso, es rigurosamente inédito: solo se ha conservado –que
sepamos– en un manuscrito que existe en la BNE y que no solo nadie había
editado, tampoco se conocía. Como veremos, la utilización de ese concepto y de
su noción que lo soporta es bastante más complicado.
De hecho, publico esta notilla por los juicios, algo descaminados, de dos miembros de un tribunal de tesis reciente, que acusaban a la doctoranda de un mal uso del término.....
Los matices o el aura de “nuevo” o “desconocido” que rodean al
término “inédito” tienen sin embargo muchas variantes.
1) No se ha publicado nunca
2) El texto es inédito porque desde la fecha de su escritura (2) o
primera publicación (3) no se ha vuelto a editar.
2) Todos los textos medievales, que no se pudieron obviamente
imprimir, estuvieron inéditos, hasta que en tiempos posteriores se imprimieron.
Los textos manuscritos, forma usual de fijarse y transmitirse el texto, pueden,
sin embargo, haberse propagado mediante copias (autógrafos, pecia, copias
posteriores....) Pueden analizarse los casos del 1, 5 (especialmente
complicado), 27, etc.
3) El texto se publicó en algún momento, pero desde entonces no se
ha vuelto a publicar, con muchas variantes del siguiente tipo: se publicó un
fragmento, se transmitió como una parte de una obra mayor, se publicó por
partes en momentos distintos, etc. la casuística es muy grande y concierne a
dos disciplinas, la sociología literaria y la ecdótica o crítica textual.
4) Entre las variantes anteriores hay algunas que dependen del
género literario y del modo de transmisión; de estas últimas, las del modo de
transmisión, no nos ocuparemos ahora, aunque tienen su qué, el de la literatura
oral (lírica tradicional, cancioneros, rap, grabaciones, sermones y recitales,
libros de músicas, etc.) en donde también se puede argüir que una obra es
inédita. Las que dependen del género literario afectan directamente a los
géneros dramáticos –en variantes literarias, musicadas o mixtas. Tampoco lo
vamos a desarrollar, pero el concepto de inédito puede aplicarse a miles de
textos, por ejemplo a centenares de comedias que pudieron representarse, quizá
publicarse, pero que luego se olvidaron. En nuestro catálogo hay muchas que se
pueden considerar así, particularmente el nª 7, 25, 20, 52, 59, 62, 63, etc.
5) Pero los textos también pueden aparecer con algún matiz que los
califique como inéditos por el modo de aparecer como “editos”, es decir, como
editados actualmente. Por ejemplo eso puede afectar a Quevedo, Cervantes,
Garcilaso, etc. Nosotros vamos a publicar el 69, el Poema a Cristo Crucificado de Quevedo, de un modo que nunca se
había hecho. Y esa particularidad van a tener los seis números con la poesía de
Cervantes. El nº 8, el 17, 18, Etc. Es
una modalidad nueva y, creo, de perspectiva muy acertada (el 32, 40...)
Especialmente llamativa en este sentido es la edición de Lope (45, Huerto desecho).
6) Variantes de relieve sobre las modalidades anteriores –por muy
frecuentes– serían las de la obras que no diseccionan o parten una obra
anterior (como el numero 18, el 2, etc.), sino que recuperan la “totalidad”
original, como ocurre con nuestro número 29.
7) Y sobre todo son absolutamente inéditas las que organizan,
mediante este engavillamiento, un texto nuevo, como el nº 3 o, para el siglo
XVIII, como el 44. Aun cuando ese texto nuevo ande cerca de alguna modalidad
antológica, como el 74, un romancero que va a ser inédito por sus
características.
8) La idea mejor admitida para inédito
es la del texto antiguo (la antigüedad siempre es relativa, pero cuando no hay
edad, el concepto cambia por el de “nunca publicado”) que se vuelve a publicar
en nuestros días: el 13, 34, 66.
9) Es inédito aquel texto descubierto o redescubierto en nuestros
días, cuando no se sabía nada o mucho de él, por ejemplo el 24.
En realidad, cada una de las obras puede sugerir una variatio de la editio, que se puede analizar (por ejemplo, leyendo la introducción).
Normalmente se utiliza muy mal el concepto de “inédito”, sobre
todo porque no se analiza en cada caso cuál es su naturaleza, historia, etc.
Hay otras muchas variantes, porque la literatura no se puede
encasillar y deambula rompiendo moldes; pero a partir de estas consideraciones
se puede perseguir la modalidad a la que cada obra se aproxima o se ajusta.