He buscado el silencio del pasillo,
el que se esconde a veces por las noches
en los rincones llenos de recuerdos
al apagar la música nocturna,
y allí estabas, desnuda como nunca,
dispuesta a compartir mi soledad,
entre los libros que guardé hace tiempo
harto de no encontrar allí tu piel;
nos acercamos en la oscuridad
a tientas amagando las caricias,
sin saber dónde nos encontraríamos,
hasta que me llevaste con tu mano
entre libros cerrados y se abrió
el húmedo gemido de tu cuerpo.
Mmmmmmmmmmm qué sensual y qué pasillo más oportuno. :)
ResponderEliminarbecause.