con que has venido a susurrar mi vida,
tendrían como tú que ser muy dulces,
ser deberían como tú sencillas,
como el rincón rasgado de tus ojos,
como el cabello negro que acaricias,
como el modo de gestos recatados
con que controlas voces y sonrisas;
en los versos de amor habrán cantado,
se habrán utilizado en mil poesías,
son como los pasados del romance
que sirven de presente y relucían.
Quererte resulta tan sencillo:
tu nombre cumple siempre con la rima.
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