que quise mantener mientras se iba
prendido a la ansiedad de ser entonces
fuga de plenitud desconocida
somos el que contempla lo que pasa
siempre en vilo asomados a la vida
que debe ser aquello que al marchar
tiñe la casa de melancolía
río de plata en horizonte abierto
como una fruta al sol abre la herida
de esta querencia ciega de ser algo
de esta pena de rama desprendida
todo se evade al mar del horizonte
perfume en fuga queda y lejanía
río de plata en horizonte abierto
como una fruta al sol abre la herida
de esta querencia ciega de ser algo
de esta pena de rama desprendida
todo se evade al mar del horizonte
perfume en fuga queda y lejanía
[Las fotos se tomaron en el mar del norte, en la playa de Pantín, uno de los primeros días de tan extraño verano].
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