y
Hoja de Arce
Tengo una hoja amarilla en el bolsillo,
recogida de un arce del camino,
cuando me iba a la clase de poesía
en mi universidad... Cualquiera cuenta
a María que aquella hojilla seca
más me emociona que los textos todos
que vamos a leer pausadamente;
y que lo que en verdad me gustaría
con diferencia, si posible fuera,
es hacerle cosquillas en la oreja
a mi alumna, la de ojos más traviesos,
con la hoja, mientras un vicedecano
intenta averiguar si al mismo tiempo
le digo obscenidades. Ya veremos.
otoño en la UAM |
Tengo una hoja amarilla en el bolsillo,
recogida de un arce del camino,
cuando me iba a la clase de poesía
en mi universidad... Cualquiera cuenta
a María que aquella hojilla seca
más me emociona que los textos todos
que vamos a leer pausadamente;
y que lo que en verdad me gustaría
con diferencia, si posible fuera,
es hacerle cosquillas en la oreja
a mi alumna, la de ojos más traviesos,
con la hoja, mientras un vicedecano
intenta averiguar si al mismo tiempo
le digo obscenidades. Ya veremos.
Los profesores de idiomas tenemos una ventaja, y es que como ahora trabajamos con ordenadores y esas cosas, podemos, desde nuestro sitio, conectarnos al casco de la alumna de ojos negros y así ella en vez de oír la voz previamente grabada, oirá directamente en sus oídos nuestras obscenidades murmuradas a ella sola que hará como que no sabe, que nos contestará como si siguiera repitiendo tontamente las naranjas de Guadalajara son las mejores.
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