Final feliz
Distante, esquiva, dura, indiferente,
parece preguntar, “¿quieres mis labios?;
¿acaso necesitas de mi cuerpoDistante, esquiva, dura, indiferente,
parece preguntar, “¿quieres mis labios?;
en este pozo donde me han dejado?”
“Pagas para decirte que te quiero;
me divierte tu instinto avergonzado;
pues yo me quedaré fuera y lejana,
no verás más que el juego de mis manos;
y no sabrás qué hacer si me aproximo,
tampoco sabes lo que de ti aguardo;
en tus ojos he visto el animal,
un animal en celo arrinconado.
Todo esto es lo que queda del amor.
Ni siquiera sabrás cómo me llamo.”
Tenía que haber sabido encontrar una dulce y suave pero, para ello, tenía que haber sido usted dulce y suave también. Puede que aún esté a tiempo pero es muy difícil cambiar en esta vida. Hacen falta, al menos, tres o cuatro vidas.
ResponderEliminarSin duda el comentario se refiera al rapsoda, ¿mo?
ResponderEliminarSí, al rapsoda, al señor Poeta, que ya sabe usted muy bien que son todo uno. Lo único que en ese uno hay varios pero uno es el principal y el que cuenta; es el que usted tiene que encontrar de una vez para cuidarlo bien. Ya es hora y tiene tiempo para ello.
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