Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

domingo, 30 de junio de 2019

Labor de ser

Labor de ser      día tras día         y nueva
mente            fugacidad de la insistencia
ser     por los días y las noches         ser
cuando       entonces      ahora       antes     luego      mientras
y no enredarse     demasiado     en lo que
vives      y no intentar lo que     aún        sueñas
que en los versos se queden        asombradas
unas pocas palabras verdaderas
labor de ser       en los espejos viejos
en las miradas     que al cruzar     te llevas
en los momentos     que no sabes cuándo
en la esperanza       que ya no te espera
ser      solo     ser     mientras la luz nos llegue
labor de ser        como única tarea

Bahïa del diente del dragón, al sur de Hainan

Un mar curioso, bravo y bastante claro, hasta ahora asediado por grandes restaurantes, músicas escandalosas y tenderetes de todo tipo. Me he ido lejos, al menos un par de autobses y unos 15 kms. a la playa del diente del dragón (亚龙玩) y alli en lugares acotados, le he dicho al mar que me bañaba, y me ha recibido, zarandeado y acariciado. Una bendición. Luego he paseado y he preguntado en el lugar por hoteles que dan a esta playa. Todo cuesta aquí dos o tres veces más, como en lugares peninsulares de veraneo. Es curioso como se visten chicas y damas chinas para bañarse. En el mientras tanto escribo, una chica china se ha sentado al lado, y ya que comparto disgustos, compartiré también su gracia,



Jugar en la playa, con escenas peculiares, hay que fijarse en las ropas de niñas y damas, que se suelen proteger del sol. Es la bahía del diente del dragón 亚龙湾,al sur de la isla de Haikou, un mar bravo y bastante limpio, por fin, en una playa larga, de un par de kilómetros, a veces ocupada por miles de chiringuitos, acotada para el baño y con el discreto respaldo de una serie de resorts detrás, tan caros como aburridos. El viajero se ha bañado muchas veces y le ha dicho cosas al mar, él me ha contestado que espere al anochecer.... pero no puedo, le he contestado que volveré.

El museo de la ciudad de Haikou y los ojos del dragón


cañones     poetas     y campanas     juntos
en las salas      vacías          del museo
cuarenta grados a la sombra       nadie
el viajero      es su oficio      da un paseo
se acerca a ver      lo que escribió el poeta
resulta tan borroso     ni lo leo
lo intento      con el nombre de los árboles
árboles      centenarios      gigantescos
un lugar para estudio      o penitencia
de hace mil años     que sufrió     más luego
cruce de historias       gentes      religiones
y al fin     quedó      sepulcro de los tiempos
en sus patios     deslumbran     con sus frutos
los ojos del dragón       amarillentos

Quizá hubiera debido decir que "ojos del dragón" es el fruto de ese árbol, que cuelga, de color amarillento, y que se suele vender en puestos callejeros y en fruterías. Es muy caro, huele bastante mal, pero es sabrosísimo, hasta he comido helados y polos de ese gusto; 桂圆, aunque también me entienden si digo 龙眼....

viernes, 28 de junio de 2019

Los cocos de Hainan






Hainan –y su capital, Haikou– es una isla de cocos. Palmeras y cocos están por todos lados, para empezar en los supermercados, en donde todo (fruta, aceites, cosméticos, comidas, medicina, etc.) se hace con el coco como base. Abundancia y proceso del coco, en honor de mi amigo y colega César Nicolás. El proceso va desde los palmerales al coco partido y dispuesto para su consumo, pasando hasta por la doble estatua de bronce que lo expone en el paseo peatonal de la vieja ciudad de Haikou. La galería de imágenes lo dice; pero he terminado con una peli de la playa, en donde palmeras secas cubren las tumbonas, con el mar como alivio.




Como naturalmente todo se hace de coco,  en los restaurantes los mejores guisos son con coco o salsa de coco. La bebida más popular, el coco cuadrado con tres hachazos bien dados y una paja que lo horada (incluso con su estatua de bronce, en Haikou, que reproduzco). Bebidas, caramelos cosméticos.... incluso he encontrado ¡café de coco! No puedo probar todo porque con el calor que hace sería peligroso, aunque ya visto que en las farmacias hay ungüentos y medicinas de coco, que por cierto es más grande y claro que el coco peludo que se vende en Europa, y su leche, mucho más suave y de menor sabor.





Y la verdad es que he atravesado la isla hasta llegar al sur; pero los  barcos siguen todavía navegando:

abrumado     Wenchan      de palmerales
parece que este viaje     ya se acaba
al mar       llegaron todos los caminos
lenguas     costumbres     climas     gentes     razas

la extrañeza descansa        y el asombro
lo que puedas comprar      no vale nada
verde y azul       no venden sus matices
y el viento va     porque le da la gana

sin rumbo     se ha quedado el pensamiento
un lugar sé    por donde no se pasa
y donde     nadie     pide que     si piensas
arruinado    lo dejes     en palabras

parece que hacia el sur    aún     todavía
hay barcos       que navegan      y se marchan









jueves, 27 de junio de 2019

El Romancero General



Oh maravilla; Jose Labrador me acaba de enviar –en este caso a petición– los dos gloriosos volúmenes del Romancero General (1604), en edición facsímil que mejora los viejos volúmenes (espacios en blanco, contrastes, etc.) y que va precedida por un extenso y elaborado prólogo de Antonio Carreira. Me iré de lo uno a lo otro y pasaré este largo y cálido fin de semana recitando romances.