Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

martes, 30 de abril de 2013

con el libro en las manos


Primera edición de "Trilce"
alguna vez el libro      con que callas
versos y voz elevará      cercanos
por ellos        pasará melancolía
igual que     por mis versos     ha pasado

será entonces que    juntos    nos encuentren
con la vieja emoción de haber amado
y hablar del mar      y recitar el viento
y contemplar el tiempo      allí quebrado

alguna vez será que        desprendidos
en un verso del libro      nos hablamos
que digas     al oírme     lo que dije
y a quien venga    lo dejes     a su lado

la cadena de ser y amar       sucede
mientras el tiempo sea así       y seamos

Primera edición de "Azul..."




lunes, 29 de abril de 2013

Actividad en Clásicos Hispánicos EDOBNE

Durante las últimas semanas la actividad en nuestra colección está siendo enorme. Trabajamos ya sobre los textos con que alcanzaremos un notable corpus  –el medio centenar–, en tanto ajustamos los que se van a convenir, y actualizamos los que se publicaron ahora hace unos seis meses. El ejemplo muestra los nuevos diseños que nos ha enviado Carlos Fernández, quien cuida, entre otras cosas, de estos aspectos.
Durante esta segunda etapa pretendemos iniciar la publicación de clásicos actuales, intención que suele chocar con el problema de los copyright, que nosotros no sabemos resolver, pues no somos empresa comercial ni es nuestro interés enriquecernos u obtener ganancias. Quizá haya un modo de convenir con editoriales y autores, ¿no? 
De todo vamos a ir dando noticia.












Chirbes, novelas y novelas....

Novelas, novelas, novelas.... que se acumulan en los lugares en donde normalmente leo, y siempre alguna en la mochila de andar. Una novela no se lee como un poema, hay que detener algún tiempo y dedicarle mayor interés. El verso te puede atraer por su intensidad, aunque sea muy breve. La novela va modelando tu interés o disponiéndote al rechazo; a quien está acostumbrado a versos la novela le parece, casi desde las primera páginas, o desechable o merecedora de ese tiempo largo –casi, casi galicismo de long durée– que llega al placer del "roman fleuve".  Una cierta glotonería –quizá indebida– me lleva a empezar una o varias cuando todavía no he terminado la que ya va mediada o boqueando. 


El final  de Vila-Matas se encabalgó co dos o tres más rechazadas (al mal escritor se le detecta fácilmente, tras las primeras páginas), hasta que topé con esa curiosidad, casi de laboratorio, que es La experiencia dramática de Sergio Chejfec –de la que habrá que dar mayor noticia– y mientras concedía al último Landero  (Absolución) que terminara, subyugado por estilo y escenas, cayeron en mis manos Iosi Havilio y Rafael Chirbes. 

Ahí fue ella, que me di cuenta pronto de que las dos necesitaban lectura lenta, gozosa. De manera que aparqué la relectura del tocho de Luis Goytisolo –fue la primera tesis que dirigí, sobre sus novelas, a J. Ortega, en universidad americana, ya va para treinta años–, que probablemente espera playas y veranos, y hube de decidir si centrarme en el autor de Crematorio o en el de Opendoor. Eso sí, dejé al lado unas cuantas que habrán de esperar, desde Juan Villoro a Rafael Reig o Antonio Orejudo. 

De todos modos, ya las mismas librerías suelen separar, curiosamente, las novelas de formato ostentoso y lectura anodina, que se venden a miles, de las que realmente exigen al lector un pelín más de interés y una galería de reflexiones que le siguen manteniendo con cierta capacidad de crítica, es decir, que van más allá del consumo y diferencian las novelas de los helados. Dicho sea de paso, ninguna de las que asoman esta página son helados.
Y así llego al viernes pasado, cuando acudí a una mesa redonda o coloquio –el de la foto– organizado por dos colegas –José Teruel y Carmen Valcárcel– en homenaje y recuerdo de Carmen Martín Gaite, atraído sobre todo por la presencia de dos de los novelistas, a mi modo de ver, sobre cuyas obras merece la pena hablar, incluso discutir: Belén Gopegui y Rafael Chirbes, cuyas breves palabras en aquel coloquio, por lo demás, fueron ajustadas y certeras, no en vano detrás de Martín Gaite existe un universo creador y crítico, del que dan buena cuenta los dos volúmenes de Sonia Fernández Hoyos (de los que ya se dio noticia en este blog).

Coloquio sobre Martín Gaite
Y sigo leyendo a Chirbes, un torrente novelesco construido con la fuerza y sabiduría de quien sabe traer a páginas ficticias todo lo que está pasando, pues En la orilla es, entre otras cosas, la novela de esto que llaman "la crisis", es decir de la explotación descarada del llamado "liberalismo", del capital, con todas sus consecuencias, en este caso sobre la maltratada costa levantina, lugar habitual de sus mejores recreaciones. La buena novela afecta sobremanera al lector, y Chirbes contiene dosis suficiente de droga mala que acorralan y que no permiten el sillón de orejas y la caña, lo que no sería válido si al mismo tiempo no estuviera acompañado de su sabiduría lingüística y su arquitectura narrativa, es decir, de lo que se llama una novela del año 2013.






domingo, 28 de abril de 2013

De camino


en la calle       que va de travesía
un árbol     ilumina una fachada
con las ramas tendidas     de abanico
y semillas       redondas y doradas

alrededor       hay pinos y aligustres
y frutales silvestres     de flor blanca
pero    este árbol      con solo su presencia
conmueve     si te fijas     cuando pasas

que mantenga la quietud    por unos días
y sostenga     en quien cruza     la mirada
por solo eso   y por nada más que eso
estos versos    lo traen a sus palabras 

mientras voy de camino    a no sé dónde
el árbol me interroga       y me reclama


sábado, 27 de abril de 2013

La voz desorientada




neblina azul con sol iluminada
de tanto amanecer quedan recuerdos
neblina azul con sol iluminada
el aire suspendido entre las hojas
las hojas en el aire desplegadas

caen gotas de rocío de las lilas
a Juan Ramón le hubieran hecho gracia
y hubiera recogido las más húmedas
para azotes desnudos en la espalda

sin embargo esto va de bibliotecas
solo un castaño viste flor rosada
la dama a la que quiero ni me mira
perdieron las fotinias color grana

el árbol del amor retuerce el tronco
y al curvarse los pinos se engalanan

estos versos merecen estrambote
justificar la voz desorientada

solo un castaño viste flor rosada
Perdieron las fotinias color grana
al curvarse los pinos se engalanan



El árbol del amor retuerce el tronco

viernes, 26 de abril de 2013

A la larga se olvida casi todo



a la larga       se olvida casi todo
depende de por dónde  te pasees
si te vas al Retiro    de mañana
casi    no te das cuenta   de que pierdes

la certeza que   cada noche    alcanzas
y lo que inventas     cada vez que duermes
pero    en el metro     olvidas casi todo
porque     en el metro     está lo que sucede

y en la calle      en las plazas    en el súper
cuando estás      rodëado de la gente
con el trasiego     de los que contigo
van    vives    dudas     amas    te entretienes

y luego ocurre lo del mar        el mar
un lugar donde     todo     se resuelve