Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

martes, 29 de diciembre de 2015

ni siquiera alcanzaba a ser fracaso


más frágil cada vez     más lejanía
solo fue que rozó    sin que a su paso
dejaba que tan poco    y aun perdía
ni siquiera alcanzaba a ser fracaso

de todos los lugares    que no había
donde su voz posó     ni donde más o
donde creyó que fue la travesía
dejó el modo de ser    fraguó la so

ledad      la sed de ser    tentó la  nada
la memoria del tiempo en una estrella
noche    infinita     empieza     vanamente

la chispa no cumplió       de llamarada
ni siquiera los versos hacen mella
lenta   ciega            tenaz         oscuramente


domingo, 27 de diciembre de 2015

Se mantiene más cerca que ser dicho









todo lo que allí está parece extraño
y sin embargo fue todo algo nuestro
se mantiene más cerca que ser dicho
y sin embargo queda siempre lejos

y es así que intentamos lo que dice
forjamos nuestras voces y así hacemos
como quien se ha creído que se ajustan
palabras        ignorancias      y secretos

que por eso una y otra vez  lo mismo
con las voces y gestos que nos dieron
como las veces que al mirar los ojos
como las veces que al sentir el tiempo

cuántas veces fue alguien que lo dijo
y cuántas veces que lo repitieron

Carmen Herrera (CNARS, Madrid)

martes, 22 de diciembre de 2015

Todo lo que

Versos, de vez en cuando escribo versos,
consigo reducir el pensamiento
y que se enlacen las palabras sueltas
tanteando los lugares del silencio;

al universo de las sombras van,
mas no sé si a decir o a encontrar lo que;
“lo que” es el aire que tiembla en los árboles,
rumor del mar cuando se pone azul;

algo que se quedó detrás del brillo
de los ojos que quise mirar siempre;
la desazón después de la lectura
que abrió el resquicio de la lejanía,

en donde se arrincona todo lo que.
"Todo lo que" los versos siempre buscan.


viernes, 18 de diciembre de 2015

Meditaziones orientales (en Madrid)


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Hubo noticia de no ser entonces

hubo noticia de no ser entonces
como que antes    o mientras se esperaba
los versos no anunciaron si venía
se deshizo al llegar a las palabras

hubo algo más quizá de lejanía
con el fulgor azul de la mañana
muy más cerca llegó sin que supiéramos
por sus ojos pasaron las distancias

hubo luego más tarde el deslizarse
la intensidad sin fin de quien se marcha
y dejando la estela de su fuga
un paisaje de luz quedó en las brasas

entonces cuando el verso casi hubo
consumido ya todo     cuando llama


martes, 15 de diciembre de 2015

No hay modo de gozar la luna llena

esta invasión de médicos procede
del estropicio de la carrocería
cantar no puedo como juanramón
ni tampoco escribir como colinas

no hay modo de gozar la luna llena
no hay modo de escribir alta poesía
un achaque me viene       otro me va
sin menisco quedaron las rodillas

y el dolor que me punza las espaldas
desde el cuello se va a la rabadilla
entonces       cuando yo soñaba en cama
que por fin me querría barbolilla....

y así que voy con mi café      dormido
a buscar desnatada y sacarina

El DEBATE

Lector, en el soneto se hace pis;
yo no sé –la verdad– si es cosa rara;
los tiempos cambian, ¡somos tan humanos!,
no hay por qué desechar nada de nada;

y se hace pis de modo fehaciente
como innoble tarea y necesaria
que yo no sé si entraña qué belleza
sí que sé que es respuesta razonada

se hace pis en los versos de colinas
mientras bisbal y bustamante cantan
mientras hablan rajoy y pedro sánchez
cuando la luz y el gas dicen que bajan

por eso –entiendes–se hacen pis los versos
lenta      larga      tenaz      cálida       meada

domingo, 13 de diciembre de 2015

Las vidrieras de la Facultad de Letras (UCM)


A este mende lerenda todavía le queda la dirección de una decena de tesis, que parece que ahora tienen un plazo fijo de terminación. Por esa presión burocrática este año sube el índice de tesis presentadas en toda España o, al menos, en Madrid. Me dicen que más de un millar en la UCM. Supongo que poco tiene que ver todo esto con las circunstancias particulares de cada uno; al menos en mi caso, la mayoría de los doctorandos que conmigo trabajan lo hacen a tiempo parcial, pues ya se ganan la vida, dentro o fuera de España, con otras actividades.
El caso es que ayer fui a un tribunal de una tesis doctoral en la Facultad de Letras de la Complutense (Madrid), el mismo lugar en el que yo había estudiado unos cuantos años; y hace bastante que no iba, por cierto.
Primero el metro, que en mis tiempos no existía hasta allí (solo hasta Moncloa o a Cuatro Caminos, en donde se podía coger un autobús), luego un paseo para entrar por los jardines del bar al edificio A, en donde cursé lo que se llamaban comunes, hasta primero de Filología, que luego seguí en Salamanca, para volver a doctorarme en Madrid, en la Complutense también. Lo explico porque viví poco, como estudiante, en la enorme jaula que era el edificio B. Lo hice adrede lo de entrar por el bar, porque así era como entraba cuando estudiante. La verdad es que encontré todo muy poco cambiado, y la vieja facultad con la misma austeridad de siempre, como obedece a una construcción de los años treinta del siglo pasado, es decir, que no le falta mucho para ser centenaria. El caso obligadamente me trajo recuerdos y nostalgias: por ese jardín del bar íbamos corriendo en la clase de gimnasia –porque era curricular esa asignatura, y la de religión, algo han cambiado los tiempos– Fusi, Pepe...–; en ese rincón del bar se sentaba L.M. Panero y su tropa; en aquella mesa final con un vaso de vino, Valbuena, que acababa de llegar de su exilio murciano y compartía claustro con una pléyade de "nombres"; desde esa barandilla de la entrada tiraba Aníbal los panfletos de la FUE; las clases de Lapesa, los Bustos, Mariner, Adrados, Romeu, Azcárate, Melón.... 


El centro de la facultad, el hall, el lugar de las asambleas, siempre estará asociado a los años convulsos y a la manifestación que apartó a los profesores más atrevidos (Aranguren, Montero, García Calvo...) o dañó el curso académico de mis compañeros más valientes, que estudiábamos latín, en segundo, con García Calvo, recién llegado a Madrid, que nos leía y explicaba a Catulo, entre otras perlas. Al final de ese año hube de irme, a Salamanca. En aquel pasillo hablé con Tovar para que viniera a la asamblea, que se hizo en el Paraninfo; detrás de esa puerta escondimos a García Calvo cuando entró la policía; por esa otra, cubierto con una gabardina, entraba medio disfrazado Tierno Galván.... que había venido disparado desde Salamanca, para no perder ni un ápice de la revolución. 


Por desgracia yo tenía entre mis compañeros una verdadera tropa de lo que hoy calificaríamos "de derechas", que no puedo nombrar porque luego iban a ocupar –o siguen ocupando– puestos de prestigio, algunos, por cierto, como figuras representativas de la izquierda actual. También he conocido la versión en dirección contraria. Podría servir de ejemplo, aunque no es el único: Eugenio Nasarre era uno de los estudiantes más combativos contra el régimen; luego le hemos conocido como director de asuntos eclesiásticos con gobiernos del PP, y cosas así. 


Y las aulas, la mayoría desangeladas y tristes, como siempre: la salita con el piano en donde daba clase Joaquín Rodrigo, con su mujer siempre al lado; el paraninfo, la conferencia de Bataillon, a quien todos iban a saludar; el cruce destemplado de Entrambasaguas con Dámaso Alonso, que nos explicaba románicas, el año de su jubilación, etc.
Ha cambiado muy poco, algo de los ordenadores y de los letreros, ahora también en chino y japonés; pero siguen siendo las paredes del piso bajo de una extraña cerámica azul, las inauditas escaleras a los lados de la entrada, hasta arriba y.... ha cambiado la vidriera de la fachada, que antes no estaba; también se han añadido algunas fotos –por ejemplo, en el bar– que explican mejor el origen de aquel campus y de las facultades, que siempre nos habían vendido como de "después de la guerra", hacia 1940. No, aquella foto, y otras más, documentan la inauguración del edificio en 1933; la comitiva de autoridades va presidida por Niceto Alcalá Zamora, y le acompañan, entre otros, Claudio Sánchez Albornoz y García Morente. A mí me lo explicaba, con su qué de misterio, mi director de tesis, Alonso Zamora Vicente, sobre todo en los años finales, cuando me llevó a dirigir, con él, Clásicos Castalia. La historia de Alonso Zamora Vicente merece, sin embargo, capítulo aparte.



Y así se explican las vidrieras de la entrada: se destruyeron durante la guerra y, por mecenazgo de un banco, se han reconstruido con planos y dibujos antiguos. Tienen, si se mira, la antipatía –y la gracia– del arte abstracto de aquellos años. 

Salí fuera. Este largo otoño está dejando todo amarillo. El campus entre Derecho y Filosofía parece un cuadro de algún impresionista; pero si uno se encamina al edificio B, que se puso en funcionamiento a mi vuelta de Salamanca, se encuentra en aquella explanada otros dos, el C y el D. 
Por los pasillos de los nuevos edificios –es día lectivo– muchos orientales. Hablé con algunos. "Ni hao".... Estaban comiendo hamburguesas y coca cola en un banco de la explanada. 


sábado, 12 de diciembre de 2015

Nuevo Número de "VOZ Y LETRA"



Meditación



jueves, 10 de diciembre de 2015

no tengo más que con entonces tanto

燕字去了, 有在 来的 候。。。
(Versión china de Bécquer)

cada vez que apareces     ya te quedas
no supe nunca que tan cerca andabas
tus largos ojos chinos chispeantes
se sonríen   se estrechan    y se alargan

allí será la luz      de otra manera
destellos de hogueras almendradas
ojalá que tus manos desprendidas
llovieran sobre mí caricias blancas

que en tu cuerpo   quisiera    acurrucado
que el labio de decirte descansara
solo piel tersa    muda   estremecida
que en cada beso    dice lo que calla

no tengo más que con entonces tanto
que el jade sea hondo cuando abrasa


Un botánico en Barcelona


Barcelona tiene muchos jardines, de dimensiones pequeñas y medias en el corazón de la ciudad, con su carácter especial, como el jardín de la estación del norte, salpicado de mosaicos modernistas y de figuras extrañas; o como el Parque de la Ciudadela, casi francés, ordenado, alineado y con sus edificios de corte clásico. El Parque Güell y Montjuic limitan, en cierto modo, la ciudad. 



Y en este último se alojan tres o cuatro jardines menores, entre los cuales hay uno que se llama así "botánico" (Jardí Botànic de Barcelona), en cuyo prospecto se adorna con el reclamo "totes les mediterránies del món". 


En realidad el nuevo jardincillo botánico es del 2003, remodelado para que sirviera de adorno a las olimpiadas. Exige un paseo atento, porque en medio de las plantas olorosas de siempre (lavandas, tomillos, salvias, romeros, hierba luisa, santolinas, etc.) pueden pasar desapercibidos  los "xanthorrhoea" o "morenet" y la variedad de las coníferas, palmeras, pitas y yucas, etc. que son muy características de Barcelona, y del Mediterráneo en general, como lo es el algarrobo. En fin, haría falta cumplir con las cartelas identificando plantas, árboles y especies..... cosa que pocas veces ocurre.

En general, dominan arbustos y hierbas sobre formaciones arbóreas, aunque he fotografiado un hermoso tronco de fresno, y no faltan plátanos y algarrobos enormes, antiguos, lo mismo que viejísimos olivos, que salpican toda la ciudad, a veces como ejemplares únicos, aislados.
Un Botánico joven, como es este, no puede satisfacer, más que en promesas, al visitante; sin embargo, las peripecias del camino de tierra arcillosa le lleva hasta una masia –una reconstrucción de una típica masia– catalana, rodeada de un simpático huerto. 




Y a lo lejos, la imponente mole histórica del Museo de Barcelona, mirador de la ciudad.
Pocas flores durante mi visita, el invierno impone su ley. Pero he buscado una para terminar con ella:

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Barcelona, de fachada en fachada


Es uno de los modos de admirar a esta ciudad, recorrerla mirando al cielo y tropezar constantemente con todas las fachadas, sobre las que se han reunido tantos ensayos, libros, comentarios.... al cabo, también es la ciudad de los paseos que uno hace entre nubes, cielos y fachadas. El mío esencial era desde el metro de Fontana, por Can de Gracia, hasta llegar a la costa, por el Paseo de San Juan, la Plaza de Tetuán, el Arco del Triunfo, los jardines, el paseo de Picasso, Barceloneta.... y el mar. Con seguridad, cualquier otro paseo hubiera dado otro paisaje arquitectónico de fachadas; mejor, nuevos paseos, nuevos paisajes. En el juego de ilustraciones también he incluido las clásicas y he concedido alguna de las que se adornan con naranjos bordes. Todo termina sin terminar, con los puntos suspensivos, en espera de nuevas estancias y recorridos por Barcelona.