Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

sábado, 27 de noviembre de 2010

La "Euphorbia" o estrella de navidad

Empieza la tortura comercial de las navidades. 
La planta del título se puso de moda hará una docena de años, y ahora aparece sistemáticamente en los puestos de flores, en los supermercados, en los grandes almacenes, para que vistamos las navidades todos más o menos. Ya se sabe, lo de la globalización. Viene con las hojas superiores rojas la "poinsettia pulcherrima", que también así se llama.


Es oriunda de México –efectivamente, es frecuente allí– y se le otorgan, como a todas las plantas familiares y conocidas, significados simbólicos. Sin embargo, yo le traigo al cuaderno porque, como suelo hacer, no le dejo morir ni la tiro al terminar las fiestas; al contrario, pienso que se ha quedado sin juergas y que necesitará su tanto de cariño y dulzura. De manera que la del año pasado, por ejemplo, sigue así de lozana y expresa como cualidad otra cosa distinta al rojo de las hojas, que no le he querido provocar con manipulaciones y torturas (hay que encerrarla, taparla una temporada, etc.) En compensación, iba a decir,  cobra una forma de planta frágil de una sutilidad bellísima, que extiende sus ramas –las he ayudado muy ligeramente– con una especial armonía, como las de un arce real pequeñito. Va mudando poco a poco: amarillean las de abajo, brotan las de arriba  (se ve en la foto). Conviene, como todas las plantas, que tenga bastante luz, pero que no la machaque ni el sol ni el exceso de agua. 

No siempre acierto con estas criaturas de lenta movilidad y presencia constante, pues con el frío de esta noche se me ha olvidado guardar una cineraria, muy antigua también, y no sé lo que me va a decir cuando vaya ahora a ponerla dentro. Ya está algo de morros y no se deja fotografiar. 

Sin embargo, andan iluminando el aire las violetas, medra en un rincón donde se puso provisionalmente el aloe, el tronco del brasil ya no sabe por dónde trepar (algún día contaré su historia, que la tiene).... (nótese que son cuatro puntos).
Y sigue siendo fiel –esta flor es de una devoción llamativa– el espatifilio, ya saben, la que protege su flor con una larga hoja o "espata", y que está en todas las casas.
Este año, en cuanto pueda, volveré a cultivar un par de gardenias (Ikea suele traer grandes remesas, bastante baratas), de esas que de repente, con los primeros atisbos de la primavera, te envían un recuerdo de Machín por toda la casa. Lo malo es su pulgón; pero bueno, ya veremos. Suicidé a las del año pasado, después de haber dado generosamente su dulzor. No había otro remedio, de verdad.

Otras mariposas quietas, ya puestos, son las de siempre:algún kalanchoe, potos, helechos, un nidularium, cintas, philodendron.... (en adelante voy a poner cuatro y no tres puntos suspensivos, como hacía César Vallejo).
El gran problema y la mayor inquietud estriba en las semillas que me traje del último botánico –el de Palermo–, que están creciendo en los tiestos de un alféizar y que no tengo ni idea de qué son. Ahí va una foto, por si alguien me dice que estoy cultivando algo que me va a causar sabe dios qué daño. 

A   veces la vida viene con sorpresas y de repente uno se encuentra con algo que no esperaba y que le enciende el corazón. 
Mas si las cosas salen mal, pues ya se sabe, una de las plantas que he citado es venenosa.










3 comentarios:

  1. Qué curioso, nuestra euphorbia siguió sonrojándose aún varios inviernos sin necesidad de torturarla. Quizás pasaba vergüenza, pero siempre estaba en un lugar soleado.

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  2. http://urbanext.illinois.edu/poinsettia/facts.cfm

    Necesitan sol o un minimo de 7 horas de intensa luz y temperatura calida.

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  3. Esos brotes verdes que trajiste de Palermo y que parecen cicuta, son en realidad los primeros filamentos arteriales de una planta replicante (al estilo de aquellos melones gigantes de una película antigua que se hacían con la personalidad de los humanos reproduciendo su cuerpo); en este caso no has de preocuparte, pues es del subgénero Beatrix montañesinia (cursivas) y habrá de procurarte muchos placeres; pero ¡hasta que reproduzca labios! Debes regarla con semillas licuosas de aginjolillos(esa sustancia semejante al gel Sánex).

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