Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

martes, 30 de mayo de 2017

Primavera cruza el valle de Santalla



desde dentro     el sonido de la lluvia
y si salgo       el perfume de la higuera
para casa       he dispuesto algunos ramos
con deutzias    con celindas   con camelias

luz blanca     en los rincones de la casa
mayo florece     encima de la mesa
se dibujan los mapas    en el valle
de anticiclones    frentes   y tormentas

toda la tarde     trabajando el campo
se despide de Santalla     primavera
ha derribado el temporal     manzanos
el alcornoque   el olivo    tejas…. 

el jardinero va cortando todo
para el invierno   habrá bastante leña
















viernes, 26 de mayo de 2017

Tarde de mayo en el jardín botánico (Madrid)



de cipreses se forma       y de laureles
el baladro que da a la Castellana
membrillos cerca pujan     y granados
las peonías       final de mayo        ajadas

el verde del verano     va cobrando
espesura en las copas        y las ramas
densa sombra se extiende en el Botánico
rincones hay     donde se escucha el agua

junto a la reja sur       los tejadillos
de la cuesta Moyano    forman tapia
tarde de mayo        salvia    menta    espliego
árboles     libros     flores      fuentes   plantas

¡y este pino inmenso      que se inclina
y luego se retuerce       y se levanta!






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jueves, 25 de mayo de 2017

La santa ley de los jesuitas en el Tibet


Hace poco viaje de Chengdu (la capital de Sichuan) a las aldeas del Tibet en Jiuzhàigou y Huanglong (九寨沟,黄龙; algunas fotos de esta entrada lo recuerdan), lugares muy especiales que la naturaleza –y los terremotos, quizá– han configurado para admiración de quien los vea, y que los chinos han dispuesto maravillosamente para que la gente pueda disfrutarlos y para que se sigan conservando como lugares vírgenes. Admirable todo lo que allí pude ver, en verdad.


Ahora, mientras preparo pacientemente la segunda entrega de Fuentes para la historia común de China y España (siglos XVI-XVII), estoy leyendo muchos textos de la época, manuscritos, impresos, a medio camino (relaciones, cartas, etc.). Algunos me llaman la atención sobremanera, como el que traigo a colación hoy, que es una relación de 1629 en la que se cuenta, simplemente, el sistema que están utilizando los jesuitas para conseguir apartar en zonas del Tibet a los rivales "religiosos", que allí –lo explica bien el texto– eran tradicionales. Relación nueva y cierta que escribe el padre Antonio de Andrada, religioso de la Compañía de Jesús, en cartas que llegaron este año de 1629 con la nao de la India Oriental, dando aviso de todo lo que pasa en el gran Catayo y reinos del Tibet, y Cochinchina, Tonquín, Camboya y Sian.


El padre Andrade era el superior de aquella misión y escribe al provincial que reside en Goa. La relación  es breve, de cuatro caras, de modo que va entera. Leo y resumo, para el perezoso, lo esencial:


Para que se entienda esto mejor e debe presuponer que los Lamas y los Sumbas, eclesiásticos destos reinos, y en la forma que se declaró en las cartas del año pasado, son muchos casos, y tan respetados del pueblo, que no hay familiar que no pretenda tener entre ellos algunos o algunos de su casa; y tanto que quedándose con el hijo primero,  es infalible que el segundo ye tercero, si los hay, han de ser dellos; y así rara es la familia que no tenga hijos o hermanos o tíos eclesiásticos, a los cuales, no solo estiman los seglares por la autoridad de su hábito, mas también por el deudo que tienen con ellos. Considerando el Rey esto, y temiendo que por ser muchos y poderosos, y tan aliados con los seglares,  podría ser causa de la ruina de nuestras cosas y de nuestra santa ley, tan favorecida y autorizada ahora en sus reinos, trató de hacerlos seglares a todos.
El primero con quien lo emprendió fue con su hermano, que es Lama mayo y cabeza de todos los eclesiásticos del Tibet. Privole luego de varias tierras y rentas, y quedó como él en tal forma que jamás los pudieron concertar. El motivo que para esto tomó fue haber su hermano recebido el año pasado a ciento treinta lamas en un día; y decía el Rey que, procediendo su hermano de este modo, quedaría su reino sin soldados, siéndoles tan necesarios para la guerra. Hecho esto con su hermano, envió luego varios capitanes por sus tierras con orden de quitar los hábitos a los eclesiásticos y hacerlos seglares; y queda esto ya ejecutado con todos los sumbas, que eran en mayor número; y hoy no se hallarán cientos dellos en todo estos reinos, y a todos hizo casar, y viven como seglares. De los Lamas están ya seglares grande parte; y a los que repugnaron, mandó vivir en unas montañas metidos en cuevas, en las cuales no tienen qué comer más que lo que piden de limosna, y no gozan de la libertad que de antes; y como esta vida es tan áspera para ellos, piensa el rey que presto volverán y obedecerán a sus mandatos. Con esto se espera que presto quedarán todos con tan poco poder que no puedan aunque quieran estorbar nuestra santa ley ni impedir su conversión......



miércoles, 24 de mayo de 2017

La rosa del vino


Hace pocos años disfruté del jardín de dos buenos amigos y colegas pisanos, que me enseñaron, entre otras cosas, su precioso repertorio de rosas y otras flores, entre las cuales me llamó la atención –y así me lo advirtieron– una flor borrachilla, con un intenso perfume a vino tinto y denso color rojo. 
Hace poco, GD, mi colega, me ha dicho que ya ha encontrado el nombre de la flor, que a mí me atraía, y con el nombre, la he identificado en el Jardín Botánico de Madrid. 
Se trata del "Calicanthus floridus" o "Chimonantus".







Una hilera de arces

 

Nada más grácil     que una hilera de arces
cuando quiebran la sombra     en los caminos
son árboles que se encargan    en verano
de dibujar las sombras del Retiro

los magnolios     trajinan con sus hojas
toman cuerpo los fresnos     y los tilos
los saúcos en flor     de coronas blancas
no pueden competir con los celindos

que con sus flores blancas      diminutas
aroman todo el parque     y los sentidos
de un intenso perfume   que empalaga
y resalta      la imagen    
      del olivo

Y otra vez    y hasta cuándo     y nuevamente
travesía del tiempo           sin destino