Me cabe la alegría de reseñar brevemente que Víctor Sierra –caro discípulo, excelente investigador– ha terminado las más de las tareas iniciadas con el códice Daza de Lope de Vega, quizá el autógrafo más hermoso –literariamente– de nuestra poesía clásica. Me ha hecho la gracia de darme una pequeña muestra para que lo anuncie en el cuaderno de pantalla, la de un romancillo incompleto que, me avisa, padece de una transcripción deficiente en el viejo artículo de Entrambasaguas. Va aquí transcrito por Víctor Sierra:
Elisa de mis ojos,
cuando los tuyos negros
divinamente graves,
humanamente honestos,
templan para que pueda
mi dicha merecerlos
con la serena risa
el dulce movimiento,
apenas sabe el [rem?]
Hemos hablado de las próximas tareas, que culminarán en la tesis doctoral, pero sobre la que ya tiene dispuestos dos trabajos más extensos, excelentes, que aparecerán en revistas de Filología. Y con esa buena noticia hemos terminado una larga jornada otoñal, que comenzó atravesando el Retiro –cada día más inclinado hacia las luces invernales– y culminamos, en la cafetería de la Biblioteca, mientras comíamos con Javier Maldonado.
quiero saber pq se llama codice daza
ResponderEliminarLe diré a Víctor que te conteste más al por menor, pero Daza era el apellido de los poseedores.
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