Así la situación, se fue ajando día tras días hasta convertirse en esta birria de palos que ahora es y que verás por la foto, mírala. La mata de raíces por debajo del tiesto testimonia la exuberancia y placer con la que se daba a la tierra y a las lluvias en el lugar gallego donde florecía.La otra foto recoge el rincón de una de las ventanas exteriores donde vive, y vive bien, la otra hortensia, la mía, que me traje el año pasado y que está rodeada de viejas amigas, entre ellas unas violetas a las que no les cabe más que hablar.
Se me ocurre que la salvación de tu hortensia habrá de pasar forzosamente por una poda severa y la consagración de la primavera. Hasta entonces, si te parece, en cuarentena en el alféizar, junto a unos semilleros en los que están brotando las semillas que me traje de Palermo, es decir, secuoyas, almeces, ficus... gigantescos que se han debido crecer que esto es jauja y ya han brotado. Se van a quedar de piedra cuando vean el metro y medio de altura que tienen para hacerse mayores.
Algunas cosas más de última hora: no sé de qué color serán las hojas; no, no te cambio la tuya por la mía, porque las plantas y sus dueños somos seres vivos que establecemos relaciones sentimentales con nuestros semejantes y cercanos, y esas cosas no pueden hacerse a la ligera.
En fin, ando brujuleando libros para saber qué ocurre con la adaptación y resistencia de las hortensias, que he encontrado en todo el mundo y que luego, sin embargo, parece morirse al primer resfriado: pero no se resfrían con los veinte bajo cero de Boston, o con las heladas del invierno granadino... En algún momento me dijeron que eran subespecies. Ya te diré, ya te diré. Y te seguiré teniendo al tanto de lo que pasa con tu hortensia, Grisel.
Gracias Pablo, por la planta y la epístola. Me parece que la hortensia está deseando llegar a su hogar definitivo para crecer rodeada de rock alternativo, también escuchará Mozart, de vez en cuando… A pesar de tus amorosos cuidados, nunca nunca entenderá que hayas querido animarla con Paulina Rubio. Esperaré atenta tus noticias sobre ella.
ResponderEliminarBeso,
Grisel