Sin maleta, sin dama y sin destino
los viajes ahora son una sorpresa;
sin trabas ni programas, lo que pesa
es la luz de la tarde en el camino,
y la noche que viene y que no cesa,
y el vacío del tiempo que convino
en dejar un dolor sutil y fino,
imperceptible, encima de la mesa.
Azar, incertidumbre y nubes blancas
que visten travesías y paisajes,
y dan la libertad al peregrino,
porque es el mar el puerto que se espera
y el puerto los senderos y los viajes.
Y el viajero ya sabe a lo que vino.
los viajes ahora son una sorpresa;
sin trabas ni programas, lo que pesa
es la luz de la tarde en el camino,
y la noche que viene y que no cesa,
y el vacío del tiempo que convino
en dejar un dolor sutil y fino,
imperceptible, encima de la mesa.
Azar, incertidumbre y nubes blancas
que visten travesías y paisajes,
y dan la libertad al peregrino,
porque es el mar el puerto que se espera
y el puerto los senderos y los viajes.
Y el viajero ya sabe a lo que vino.
Pablo, esto es muy bueno. El traje clásico habitado por un sentir moderno. El "dolor sutil y fino" lo atraviesa todo. En rima tan trabada, me falta la que piden 9 y 12. No está fácil. ¿Sabías que el paso de las nubes, para los chinos, simboliza el viaje y la separación? Y otra cosa, siguiendo un comentario tuyo de hace años sobre la traicionera y tornadiza métrica de la palabra "ahora". ¿Por qué no relajar la tensión entre esas dos díscolas vocales, que nunca se sabe si diptongan hasta que se llega a los últimos pies del verso, y decir: "los viajes son ahora una sorpresa"? Espléndido soneto, de verdad: deja vibrando al final un espacio de inquietud, como debe ser.
ResponderEliminarLa rima estaba... y la rompí, para que los tercetos resultaran más abiertos. No sé si fue acertado. Y en efecto "ahora" bailó en los lugares que dices, como baila usualmente entre dos y tres. Es que no se te escapa nada, Javier.
ResponderEliminarPues es más fuerte el significado de "los viajes ahora son una sorpresa"; si se cambia el lugar de "ahora" esos versos no dicen lo mismo, ni de la misma manera, ¡ni muchísimo menos!.
ResponderEliminarEsa vibrante excitación que inunda el cuerpo cuando se emprende un viaje con destino incierto no es comparable a nada.
ResponderEliminarEs muy sencillo hacer la maleta e irse; pero lo que no resulta tan fácil es escoger el lugar adecuado para quedarse el resto de tus días...
Qué caprichosa es la vida.