Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

sábado, 31 de diciembre de 2016

Sobre circuitos académicos

Hace ahora unos tres años, al profundizar en tareas de historia común entre China y España, me puse en contacto con dos referentes académicos en los que hubiera podido apoyarme, el Instituto Cervantes de China (en Pekín y Shangái) y el mismo director del Instituto Cervantes, a la sazón en Madrid.
En ambos casos enviaba un curriculum abreviado y solicitaba ayuda en la gestión académica para proseguir tareas de historia e investigación en China; como contrapartida ofrecía cursos, clases, etc. económicamente desinteresadas –legalmente tengo mi propio sueldo, no serían legales. 
El señor director del Instituto Cervantes nunca me contestó, claro. La directora del Cervantes de Pekín lo hizo, amablemente, esperando que realizara una propuesta más concreta, que envié inmediatamente en forma de curso. Ahí se detuvo la comunicación y ya no supe nunca más de nada. Me hubiera gustado alguna contestación.
Desde entonces he realizado casi una decena de viajes a aquel país, por libre, como turista; he publicado sobre el tema, he formado un pequeño directorio de sinólogos.hispanistas, he iniciado una colección de textos clásicos sobre la historia común de China y España, etc.
Lo que me ha extrañado sobremanera y me obliga a escribir estos renglones es que he visto muestras y detalles del programa que yo envié a Pekín en manos de antiguos alumnos míos –hoy profesores en China. Supongo que si he visto algunos, al azar, serán muchos más los que estén circulando de mi modesto programa, sin ninguna indicación de cuál es su procedencia. 

Este era el programilla, por si se desea utilizar, quizá mejor señalando su origen:


Curso de Cultura Española actual 
(Propuesta de Curso de Pablo Jauralde Pou, abril de 2014)

1.– Historia y actualidad. Geografía e Historia. La organización actual de España  y su funcionamiento. Parlamentos, comunidades, ayuntamientos. Los distintos paisajes de la geografía española.

2.– Hitos en la Historia de España. Las culturas prerromanas y la romana. Los pueblos bárbaros y los visigodos. La invasión árabe. La llamada Reconquista. La unificación peninsular. Los siglos XVI-XVII y la “Edad de oro”. El siglo de las Luces. El Romanticismo y el largo siglo XIX. La España del siglo XX, la guerra civil y la Leyenda negra. El siglo XXI y los problemas históricos.

3.– Ciudades y regiones. Ciudades viejas y ciudades nuevas: Cádiz, León, Tarragona, Numancia... Ciudades grandes: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia...
Ciudades de mar: La Coruña, San Sebastián, Santander, Cartagena, Ferrol.... Ciudades de interior: Cáceres, Burgos, Zaragoza.... Ciudades universitarias: Salamanca, Santiago de Compostela...

4.– Hitos en la cultura popular española.
Las Navidades y sus modos de celebración (villancicos y nacimientos). Carnavales. La Semana Santa y las procesiones (Zamora, Cuenca, Lorca, Sevilla, Valladolid....) Las fiestas de mayo y el corpus. Las fiestas del verano y de la Virgen.  Las fiestas de las cosechas y de la vendimia. Más sobre los toros.

5.– Lugares de peregrinación tradiciones. El Camino de Santiago. Las romerías andaluzas. Romerías en pueblos y ciudades pequeñas.

6.– Arte (I).  Monumentos antiguos (Cádiz, Palencia, Sagunto, Mérida....). El esplendor de los siglos XVI-XVII: El Greco, Velázquez y la pintura barroca (Ribera, Zurbarán....). Retablos e imaginieros (los “pasos” de Semana Santa y los “retablos”]. Goya. Picasso y la pintura del siglo XX.

7.- Arte (II). Iglesias, catedrales y conventos (Sevilla, Burgos, Astorga, Salamanca, Santiago...). Edificios civiles (universidad de Salamanca, palacios, ayuntamientos....). El Escorial.

8.–  Madrid. El Museo del Prado. El Museo Tyssen. El Museo Arqueológico Nacional. El Museo Lázaro Galdeano. El Museo Cerralbo. La Biblioteca Nacional. El Palacio Real. La Academia de Bellas Artes de San Fernando.

9.- Vivir en Madrid: el Retiro y la Casa de Campo. El centro y los barrios. Los modos de vida en las ciudades españolas (horarios, costumbres, tradiciones....)

10.– Barcelona. Vivir en Barcelona. El modernismo y la Sagrada Familia. La Costa Brava.  El problema de los toros. La gran cultura catalana.

11.– La lengua española, origen y variedades. Otras lenguas: el catalán, el gallego-portugués, el euskera o vascuence. Dialectos y zonas dialectales del español: andaluz, canario, extremeño, murciano....

12.– Instrumentos para un correcto aprendizaje del español. Lecturas, diccionarios, consultas, la Real Academia Española. Páginas ueb.

13.- Las grandes líneas en la evolución de la lengua española. El español antiguo y el español moderno. El Quijote. Los clásicos de la literatura española: San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Calderón...

14.– Novela española antigua: Galdós. La narración en lengua española actual: Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Bolaño... Novelistas en España.

15– Poesía española moderna. Juan Ramón Jiménez, F. García Lorca, Pablo Neruda...

16.– La música en España. Música antigua y música moderna. El padre Victoria y la música del Barroco. Las zarzuelas y la ópera. Granados, Albéniz y Falla. Los intérpretes. La música pop española. El flamenco.

17.- La actualidad informativa. La prensa actual, la TV actual, las revistas actuales. El mundo de los libros, las bibliotecas y las librerías.

18.– Cultura y gastronomía. Los productos naturales: la España del vino, cultivos de cereales, los plásticos de Almería, las fresas de Huelva, los cítricos de Levante, los mariscos y las carnes de Galicia, la huerta de Navarra, la ganadería de Extremadura.... Los platos tradicionales (arroces, asados, embutidos, etc.)

19.– Viajes, caminos y estancias. El transporte. Caminos viejos y caminos nuevos. Aeropuertos y trenes. Pasar y vivir. Paradores, hostales, albergues, campings.... De los sesenta millones de turistas y sus hábitos. 

20.- España abierta. Deportes. La cuestión del fútbol.





jueves, 29 de diciembre de 2016

Trenes y aviones

Desde Kunming a Gangzhou el poniente traza su linea rojiza del anochecer. El viajero piensa que estos trayectos aéreos tocan, quizá, a su fin. Ayer, día 28 de diciembre, se completó la impresionante red de trenes de alta velocidad en China, con un enlace que lleva a Kunming, la capital de Yunnan. Se puede viajar en tren desde Shanghai, o desde Hangzhou, con parada en Giuliani; y por la costa de puede descender por Fuxian hasta Gangzhou.... a veces con medias de 300  kms por hora y, desde luego, realizando el viaje en medio día. La tentación es demasiado grande para poderla resistir. Viajar pegado a tierra quiere decir ver más y conectar más con la gente.
Es verdad que aún habrá zonas adonde el tren no llegue (el Tíbet una de ellas), ya que se piensa conectar solo a ciudades con más de un millón de habitantes, un centenar en China, y que la red no parece que vaya a alcanzar, por ejemplo, a Jinghong, o a Xichang....; unas nueve horas para algo más de 300 kms., tardó mi tren de Chengdu a Xichang. 
Pero hay otras noticias buenas en estos periódicos aéreos con que nos bombardean las compañías. Por ejemplo, seria estupendo introducir el cultivo del café en Yunnan, porque tiene el clima adecuado.... y es 
dificilísimo beberse allí una buena taza de café. Se lo comentaré a mis amigos los aldeanos de las tierra de puer cha, aunque ya he visto que el ancestral cultivo de esa variedad les está enriqueciendo.

¿El resto de las noticias? La cuestión de Taiwan, la de las esclavas sexuales de los japoneses, curiosamente la violencia machista, el acoso escolar.... y muchos deportes y cocina. También se está igualando el noticiero. Quizá el progreso conlleva esa reducción de los perfiles, bien está si va a ser así para evitar desigualdades, miserias y otras lacras, usuales y admitidas en la llamada civilización occidental.
Tengo que decir a mis dos estupendas profes de chino, en Madrid, que me enseñen a construir frases con "otro", que me enredo demasiado: "no quiero otra cena.... a cada vuelo me dan otra bebida .... luego tengo otro viaje.... otra vez..." la azafata me sonríe porque no me entiende y me trae "otra bandeja", "me pregunta por otro menú". Paciencia. En Gangzhou cambiaré de avión para volar a Amsterdam. Y aún allí volveré a cambiar, para aterrizar en Madrid. Me quedan unas 20 horas. La azafata, que por fin me ha comprendido, me trae un platito con fruta: piña, mandarina, sandia, mango.. .. y  火龙果, la fruta del dragón, que nunca he comido en España. Hummmmm!



Para navegar el Mekong





Para quienes somos de generaciones viejas el Mekong nos trae recuerdos ingratos, cuando los bombarderos americanos arrasaban todas las poblaciones y aun la selva hasta llegar a Hanoi. He comprobado que la gente no recuerda aquello. Un ejercicio más de matanzas e injusticias, como todos los que se siguen cometiendo ahora en cualquier lugar del mundo: Turquía, Líbano, Irak, Siria.... en defensa de intereses que nunca son los nuestros, que nunca son los de las gentes sencillas que allí viven.


He navegado durante un par de horas el Mekong, desde el muelle turístico y quizá pesquero de Jinghong, después de atravesar el puente que caracteriza el panorama de la ciudad. El viajero –obligatoriamente convertido en turista, interno, no había occidentales– ha de elegir alguno de los grandes barcos que acogen a los que llegan en autocares. En mi caso elegí bien, pues nada más ir a abordar el barco, en el cuarto piso de aquel barco, nos pedían que fuéramos un grupo de jóvenes de ambos sexos ataviados de tahitianos, cantando y bailando. Y fuimos. 


Nos colocaron en una sala, en mesas redondas en las que había frutas de todo tipo, que podíamos saborear; y enseguida –está todo regulado– nos llevaron a otro piso, a otra sala enorme, a modo de cine, en donde iba a transcurrir un espectáculo de bailes, cantos y trajes.... Aquello no me gustaba tanto, sobre todo porque el barco había emprendido su marcha y navegaba por el Mekong: el espectáculo de la vegetación, las aguas densas del río, las urbanizaciones y edificios que a veces aparecían, etc. era inmensamente más atractivo que aquellos jóvenes contratados en Jinghong para tiznarse, vestirse con plumas de colores y agitar sus largos cabellos.



La fortuna me premió, porque quien organizaba la entrada a la sala de espectáculos tenía un perfil del que rápidamente me enamoré, y cuando con todo el disimulo del mundo obtuve alguna foto, ella, que se había dado cuenta, con el mismo disimulo que yo, me ofreció perfiles ventajosos.


Terminó la navegación. El sol se ocultaba detrás del largo puente y decoraba todo aquello. Como siempre que la belleza se pasea ante mis ojos, volví algo entristecido hacia mi hostal. En el camino encontré una pastelería y allí entre –a saco– contraviniendo los desvelos de mi médico, para una hipálage harto conocida, darle al gusto lo que venía de otro lado. Mis pasteleras eran de otra minoría. Hablé con ellas y les pedí que me hablaran en su lengua.... En Jinghong, como en otros lugares,  todos los carteles, avisos, rótulos, etc. están siempre, además, en las lenguas indígenas.



miércoles, 28 de diciembre de 2016

Y todo se derrumbó....

Aquella gente   construyó su vida
como un refugio contra la belleza
que no tenía     contra la opulencia
que nunca alcanzaría     contra el amor

que no sabía cómo conseguir....
sobrevivió de esa manera     incluso
pensó que era feliz     a su manera
y cultivó lo que no le negaban

vivía con un gato    flores    músicas....
y ejercía su vida dignamente
un día     al borde del camino     vio
algo que le distrajo      algo que quiso

todo se derrumbó     ya nunca pudo
refugiarse en su vida diminuta

Los jardines imperiales de Manting


Uno ya se ha habituado a que, cuando hay entradas controladas y recinto cerrado, en China quiere decir que aquellos jardines merecen la pena. Y así en uno de los más extensos, majestuosos, variados y rico de todos los que he ido viendo: el Manting Park en Jinghong, viejo de casi mil años, y con una curiosa mezcla de elementos tahitianos –o de las minorías cercanas– y chinos


En el parque, como siempre, juega un papel esencial el agua, normalmente río convertido en lago, que de la manera más natural del mundo obliga a puentes, pabellones, etc. En este caso, algunos lugares del parque albergan comunidades religiosas, también curiosamente mezcladas con ingredientes mercantiles –todo se vende, y lo que no se vende, se presenta desde una perspectiva mercantil.


Quizá no hace falta que diga mucho más, el juego de fotos, muy generoso, sirva para pasear el parque, cosa en la que me entretuve más de tres horas, tan extenso era.



El pavo real

Adiós al pavo real


en el jardín de las nacionalidades
puedo comprar un pavo real         me temo
que no lo admitan en Sichuan airlines
la obcecación de un vigilante   puede

determinar mi frustración       resulta
que son chillones por demás     quizá
delaten     con sus gritos    su escondite
si es que quiero ocultar    su contrabando

la discusión en chino    en la frontera
se me antoja de tono muy subido
y no tiene posibles    mi nivel
para que pueda convencer a nadie

me he despedido       el pavo real lo sabe
me lo insinúa su mirada triste


lunes, 26 de diciembre de 2016

Nochebuena en Nannuosan


Por lo menos no me subirá el azúcar con los turrones baratos, porque los caros ya son solo para los ricos. Por la mañana del día 24 el viajero se echó a la calle con una bolsita minúscula (aseo, máquina de fotos, gorro, un cuaderno, pantalón de pijama y un jersey) y buscó, según papeles que tenía leídos, la estación de autobuses del sur. Anduvo. En la estación de autobuses del sur le dijeron que allí no había billete para Nannuosan, algo así como la ´montaña del arroz del sur´, deambuló de ventanilla en ventanilla hasta que se apiadó de él una dama trasventanilla y le escribió unos garabatos en un papel al tiempo que le señalaba, fuera de la estación, alguna lejanía. Anduvo hacia la lejanía de la mano y aun preguntó a un motero por los garabatos. Me salvó la vida el motero, pues aunque apuntó también a la lejanía, atisbé por allí la marquesina de una parada de autobús. Anduve. En la parada de autobús había dos paneles, el 4 y el 9, cada uno con sus trayectos y paradas cuidadosamente enumerados. Como en ninguno leí Nannuosan, pregunté, de las dos damas que en la parada había, a la que parecía de más edad y respeto, que además no hacía más que mirarme. No me contestó a mí, sino a la otra dama: "Bu ting bu dondg", 'no le entiendo´; e inevitablemente me pasé a la otra dama, que sí me entendía, y comenzó a explicarme que el 4.... cuando hete aquí que estaba llegando el cuatro, la parada se había llenado y todos, absolutamente todos, se me colaron. Subí el último, junto a una chica joven, y enseguida vi que no cabíamos más que achuchados. Pregunté al conductor que si aquella tartana iba a Nannuosan. Dio una respuesta tan larga que a las pocas palabras dejé de entenderle. Decidí resistir y tome con el Ipad en el que compruebo mi dirección, un par de fotos. 


Pasados unos veinte de minutos de trayecto, con sus subes y bajas consecuentes de pasajeros, el movimiento de gente dispuso que una de las damas jóvenes cayera a mi lado. Al rato, probablemente al verme con cara de despistado consultando mi mapa, me preguntó en inglés que hacia dónde iba; yo le contesté en chino que a Nannuosan, y me explicó que sí, que aquello iba hacia allá; a la siguiente parada se dispuso a bajar y, aun no sé por qué, desde la puerta me llamó y me dijo que mejor que fuera con ella. 

Seguila fielmente y, al rato vi que nos dirigíamos a un edificio en donde se leía my claramente "Estación de trenes de corta distancia". A partir de ahí todo fue bastante fácil, o más fácil que los endiablados preliminares, pues terminé haciendo lo que había pensado: perderme andando de aldea en aldea a partir de Nannuosan, ver el "gran árbol del te", viejo de más de 800 años, y pedir amparo al peregrino cuando cayera la noche para que me aliviaran con un buen te, primero, y me dieran casa y comida esa noche, que al fin y al cabo era nochebuena. 



Viajar solo tiene algunas desventajas, como la de no poder discutir con nadie, con lo arisco que yo soy, y pagar siempre en los hostales como si fuéramos dos; pero también vacuna al viajero de muchas preocupaciones y le da libertad para aceptar lo que pase.
Todo se hubo de realizar en este peregrinaje y el día de Navidad por la tarde pude volver, esta vez por derrota conocida, a Jinghong, después de haber entrado en las aldeas, de haber asistido a una boda –de verdad que me invitaron– y de haber encontrado un alojamiento inolvidable.


Con el corazón cargado de sentimientos, el weixin con una decena más de direcciones y la pena de abandonar a las gentes con las que nos quisimos llegué, bastante cansado a Jinghong, en uno de cuyos hostales me alojo, y después de tomarme un café gigantesco, cenar en el restaurante de abajo –no consigo que el dueño me cobre la cena, le he hecho prometer que o me cobra o no vuelvo– me fui a visitar el mercado nocturno de la ciudad, orillas del Mekong.


Todo se habrá de contar. A ver si consigo que el maldito blog (lo he intentado varias veces) agarre algunas de las fotos pertinentes, pues las que aquí van son de esa jornada, desde luego, y mías, pero el viajero no sabe distinguir entre photos del Mac, de Google, de Iphoto, del Drop... y así hasta una decena de depositarios. Si no lo consigo ahora, en Madrid será, que celebraré allí la Nochevieja.

viernes, 23 de diciembre de 2016

El Botanico de Jinhong


La jornada ha transcurrido en el jardin botánico de Jinghong, anunciado como el jardín tropical mayor del mundo, en realidad un reducto limpio, controlado, tirando a pequeño, en las márgenes de un río, en donde se cultivan unas cien especies diferentes de plantas y árboles, con gran variedad de palmeras, flores y plantas tropicales. Entre las plantas, mayoría son las que cultivamos en Europa dentro de las casas, que aquí forman conjuntos y praderas, algunas de exterior (aucubas, aligustres, etc. ( muy conocidas). Como siempre, manda la buganvilla, que aquí florece de muchos colores, y se dan otro tipo de plantas que no suelo ver, como las del café y el árbol con la macadamia. De entre los árboles, el del caucho, que se naturalizó a lo largo del siglo XX, venido del Brasil, para conformar una próspera industria, que dicen está arrasando con todo.




Quizá las generosas formaciones de crotos es lo que más llama la atención para un aficionado europeo que no esté acostumbrado al clima tropical.


El viajero descansó en un puesto de frutas y verduras, donde le prepararon una papaya y departió con unos cuantos turistas (chinos) que allí pararon.



Seguí luego mi camino, hasta la caída de la tarde: el parque cerraba a las 17,30, entre senderos, plantas y curiosas edificaciones con escalinatas y terrazas para que trepen algunas plantas y el visitante pueda contemplar desde alguna altura la frondosidad del lugar.