Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

domingo, 13 de marzo de 2011

Papeles de Villamediana

Como en ocasiones anteriores he señalado, poca fortuna ha tenido Villamediana en su recuperación biográfica, histórica e incluso literaria, si es que las tres cosas no son lo mismo, pues no se entienden bien las unas sin las otras. A su lejanía histórica y crítica corresponde cierta precariedad documental, que en cierto modo se puede ir paliando, si al menos empezamos a recuperar la documentación dispersa que allí y allá nos envía la investigación. De entre las diferentes series de papeles de Villamediana que me han ido saliendo al paso, voy a dar noticia documental directa –esto es a aprovecharme del sistema de digitalización, blogs, etc.– de una primera tanda, que se espesa en torno a 1609-1610, cuando hereda el título e intenta recuperar el control de su hacienda a través del monopolio de los correos y de la convergencia de bienes y títulos familiares. Una segunda tanda de documentos, mucho más precaria y de difícil hallazgo, procede de su posterior etapa italiana; en tanto que durante los años finales que preceden a su asesinato, la documentación se entrevera con la de los numerosísimos textos literarios.


Este primer documento muestra sencillamente la insistencia de su tío, moribundo, en 1610, ante el Rey para que el sobrino, el conde, recupere el oficio de Correo Mayor. El memorial al que alude, autógrafo del Conde, también lo publicaremos, así como el juego de incidencias a que dio lugar –incluyendo un largo informe del padre Aliaga, autógrafo; y otros de Rodrigo Calderón–, las cuentas de los oficiales reales, y el precioso informe en donde se expone perfectamente la situación financiera del Conde.  
Dice así:

Señor:

Por otro memorial he suplicado a su majestad fuese servido [....] de hacerme merced de de dar después de mis días mi encomienda al Conde de Vilamediana, mi sobrino, hallándome casi al fin dellos lo torno a duplicar humildemente a su majestad, atento a que no tengo otra cosas que le dejar en que recibibese la merced que la grandeza de su majestad debe esperar quien le ha servido  más de cincuenta años con el celo y fidelidad que lo he procurado siempre.

Juan Bautista de Tasses por estar muy al cabo no pudo firmar este papel y me pidió como su testamentario lo firmase por él y lo suplicase a su majestad en su nombre como lo hago en Madrid a 19 de hebrero, 1610....


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