En la calle Serrano
Me deslumbraron los escaparates
al pasar por la calle de Serrano:
Mallorca, Loeve, Purificación...
Te he vestido con ropa de La Perla,
lentamente, ajustando cada pieza
al diminuto hueco que descubre
la tirita de encaje rojo y negro
del maniquí; la gente, mientras, pasa.
Y se ha quedado el aire suspendido
a esperar cuál será tu movimiento
para dejar mis ojos reposados
cuando rasgue la seda y los encajes.
Orillas de tu piel quedan mis manos
inventando el perfil que dan los sueños.
Las ilustraciones distraen de lo que es un interesante y buen poema. Por que tanta carne?
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