Luego resulta que todas las fiestas son apropiadas para los postres y los dulces, que si los turrones de Navidad, que si los helados del verano....; pero cierto es que las Pascuas son los días más apropiados para dulces, quizá como nueva compensación a los viejos ayunos y vigilias. En todo caso, me he pillado manteniendo la tradición y preparando un surtido de postres: que si la tarta de chocolate con fresa, compota de manzanas con limón, natillas, y hasta unas torrijas que, en vista de que hubo sus más y sus menos con las que había hecho de vino, esta vez son de leche –hervida con limón y canela. Ninguna tiene secretos de recetas, antes bien son tradicionales y, por tanto, muy conocidas; la tarta de chocolate ya tuvo su receta en este cuaderno: se le añaden fresas naturales de corona, con unas gotas de limón y azúcar glasé, para que no se oxiden muy rápido. Las manzanas, en compota, sin nada, se pueden acompañar con el plato de natillas: estas mezclas hacen las delicias de los ingleses, que empapan el bizcocho en las "custard" o natillas.
Comparto estos platos con el churumbel de la foto, que ahora tiene dos años más y ya no se le reconoce como tal, condición para que aparezca en este blog, claro.
Una de natillas, please!
ResponderEliminar¿Pero cómo es posible que TAMBIÉN hagas postres? ¿Cómo dios mío? Aún estoy descifrando el misterio de las lentejas. Me han entrado ganas de pillarme un avión viendo esos platos. Abrazos envidiosos,
ResponderEliminarjuan
Muy rico todo, Pablo. Nosotros también tuvimos tartas de fresas y chocolate. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminar