Un día nos iremos de rebajas
–será como rendirnos totalmente–;
yo, chaquetas, gemelos y corbata;
tú, bolsones, tacones y pendientes.
Pediremos al banco una hipoteca;
no saldremos jamás antes del viernes;
compraremos un coche de los caros
y viajaremos donde va la gente.
Mientras ves el programa de la esteban
rulos azules vestirán tus sienes;
ya la bandeja de los huevos fritos
como la bata que te pones huele;
la bata rosa que no tapa el pecho...;
pero eso ya nos es indiferente.
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