La travesía de tu mano alumbra
la rosa roja de mis pensamientos,
sé suave, se tranquila, sé muy dulce,
mientras se abre la tersa flor del cuerpo
a recibir la procesión de estambres
va un relámpago de caricias dentro;
sé dulce, no te pares, que se yerguen,
yemas van de las flores a los dedos;
la piel no sabe cómo recogerte,
la rosa se abre al ritmo del deseo,
hubo acaso y entonces de manera
y si no sabes de porqué, te enseño.
Azucenas que se abran con la lluvia
en un campo de rosas y de almendros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario