Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

domingo, 23 de enero de 2011

Iglesia de San Gil. Paseos por el Madrid histórico



Las noticias sobre el convento y la iglesia de San Gil, frente al Alcázar, en el viejo recinto de Madrid, son muy antiguas; hoy, sin embargo, solo quedan huellas y vestigios en una cafetería y en unos nombres. Para reconstruir su historia he usado demasiados retazos todavía sin comprobar, pues hay que trazar un itinerario que, en lo que se me alcanza, todavía no se ha hecho de modo completo, aunque cuenta con dignos apoyos por aquí y por allá, como el articulito de María Isabel Gea Ortigas, “El convento de San Gil”, en Madrid histórico, del año pasado (2010); las constantes alusiones de los historiadores del arte (por ejemplo, las de Pérez Sánchez, a propósito de las pinturas, en “Un retablo de Mariano de Vicente Carducho reconstruido”) en donde se ha rehecho varios retablos perdidos antes de la desamortización, pues algunos se venden en 1820;  etc. En realidad los derribos se comenzarón en 1809, cuando se empieza la remodelación de toda esa zona; entonces se dispersó o se vendió todo lo que había dentro; algunos de los objetos y pinturas  hubieron de ser adquiridos por el marqués de Salamanca. PS piensa que uno de ellos pudo ser  un  retablo de Carducho de la Vida de la Virgen.
Anónimo madrileño dels s. XVI en el Museo Municipal de Madrid
Hay todo un conjunto de preciosas referencias literarias y documentales, a veces recogidas de modo más exhaustivo, como es el caso de la prieta página que Ponz dedica a sus tesoros artísticos: de Carducho, –dice– al menos un Cristo a la Columna, un San Gil en un trono de nubes acompañado de ángeles, Una Concepción, un San Antonio de Padua....; además de obras de Carreño (“un San Pascual”), Luis Salvador, Miguel Meléndez, Van der Hamen,  Francisco Rodríguez Miranda, y una estatua de San Francisco de Juan de Mena, que debe de ser de Juan Pascual de Mena, el escultor toledano del siglo XVIII (el de la fuente de Neptuno, por ejemplo). Y ya que citamos a Ponz, una de las cosas que hay que hacer es recuperar la noticia exacta de los objetos rápidamente enumerados, al menos para imaginarnos cómo fue el interior de la iglesia, al menos después de la nueva planta que se erigió con motivo de las obras del viejo alcázar, ya en tiempos del Emperador. Incluso su imagen resulta perdida en los conocidos panoramas de los pintores flamencos o en algún cuadro del Museo Municipal de Madrid (que nos sirven de ilustración). El plano de Texeira, tan preciso siempre, nos da una miniatura preciosa de su ubicación y trazado, estorbando la entrada a Palacio, lo que fue probablemente una de las razones de su demolición.

ampliación del plano de Texeira, San Gil es la XXVII
Bodegas del café de Oriente
Parece ser que San Gil era la sucesora de la vieja parroquia de San Miguel de la Sagra (que ya se cita en el Fuero de Madrid, como la de Santa María, del s. XII). La tradición dice que se llamaba así porque estaba en un campo o 'sagra' (nombre árabe) plantado de cereales. Al darla  nueva planta y resituarla se le llamó San Gil Abad, enseguida "San Gil el Real" porque era la parroquia de palacio donde se realizaban muchas ceremonias reales (1548), por ejemplo  aquí fueron bautizados entre otros los infantes don Fernando, don Diego Félix, y el rey Felipe III. Fue este último monarca, que quería tener cerca a los franciscanos descalzos de San Pedro de Alcántara, quien extinguió la parroquia, agregándola a la de San Juan, y la convirtió en convento franciscano, que es como la cita Texeira. El 22 de marzo de 1606 los religiosos fueron desde las Descalzas a un lugar próximo, donde se establecieron, hasta que en 1613 se empezó a construir , por Juan Gómez de Mora, el nuevo convento. Todo ello relacionado con la fundación de agustinas recoletas que en 1610 (enero) hizo la reina Margarita, trayendo a las de Ávila, y a la madre Mariana de San José, a las que llevó, momentáneamente al convento de Santa Isabel (entonces en la C/ del Príncipe); al morir la reina (1611) pasaron a las casas del Tesoro, justo detrás de San Gil, mientras ese labraba "La Encarnación", a donde se trasladaron el 2 de julio de 1616. La noticia la recoge así Cabrera (el 28 de marzo de 1606): "Danse gran priesa en Madrid a hacer el monasterio de frailes descalzos franciscos donde era la iglesia de San Gil con pasadizo a Palacio, cuya invocación dice ha de ser del santo fray Diego, como el que hay aquí en Palacio, y también mudaban los frailes agustinos que había en el colegio de doña María de Aragón, que había a las espaldas de Palacio, y pasaban a él las monjas carmelitas descalzas del monasterio donde estaban". El pasadizo, como otros de la zona, hacia Palacio, pudo ser uno de los descubiertos recientemente con motivo del aparcamiento subterráneo, y parcialmente sometido a las necesidades de la obra.


La reordenación de la zona durante la invasión napoleónica terminó con ella, de manera que aparece en todas las descripciones de Madrid hasta comienzos del s. xix. Una lápida actual en el restaurante del Café de Oriente, con bóvedas de ladrillo todavía, dice que esos son restos de la iglesia.
Existen dibujos y una litografía de la colección de Antón Van den Wyngaerde (circa 1570) en la BN de Viena, con vistas de Madrid, en donde se distingue la iglesia. Es la que hemos reproducido arriba. Véase Richard L. Kagan (dir.) (1986) Ciudades del Siglo de Oro: las vistas españolas de Anton Van der Wyngaerde, Madrid, El Viso, 1986. Aun es mejor, históricamente, la del anónimo madrileño del Museo Municipal de Madrid, que encabeza esta entrada, en donde uno de los pináculos frente a palacio es el de San Gil.
El nombre siguió pegado al barrio e incluso se pensó en reconstruir la vieja parroquia, por eso la llamada  Sublevación del cuartel de artillería de San Gil, en 1866, se refiere al intento del golpe de estado en el cuartel de artillería que allí estaba, contra la Reina Isabel II de España que se produjo el 22 de junio de 1866, y que fracasó.

Vista actual del Palacio Real desde el Café de Oriente

2 comentarios:

  1. pedro delgado cavilla25 de enero de 2012, 18:03

    Muy interesante y útil

    ResponderEliminar
  2. Entonces durante el reinado de Felipe IV, ya no existía la Iglesia como tal??? Solo era un convento?
    Gracias por la información. Muy interesante.

    ResponderEliminar