Hola, chopin, muy buenas noches, ¿sabes
que todavía elijo tus nocturnos
para mirar hacia la plenitud
cada vez que se apaga el día, cuando
se puede desechar lo que nos sobra
y recorrer las viejas galerías
que el amor invadió, que la ternura,
sin que nos tachen de sentimentales?
Yo no sé cómo guardas lo que fue
imperceptible, todavía cerca,
cómo conservas lo que nadie supo
más que sentir como lejano anhelo.
Melodías que van a los secretos.
Ha sido todo hermoso y triste, ¿no?
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