Sobre ti llevaré la voz que queda,
casi tan apagada como cuando
bach en la bmw ciento cuarenta
a la voz del tenor deja su música.
No creo que haga falta traducirlo,
cierro los ojos y me entrego a aquel
paseo misterioso que nos lleva
al límite de la creación humana,
de lo que uno podría conseguir,
de lo que uno podría comprender
desnudo, despojado, puro, limpio,
ascendido al lugar en donde nada.
Y que cuando abra los ojos vea cerca
tus ojos grises con dulzura abiertos.
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