Sorolla, Playa de la Concha, Museo San Telmo en SS |
cerca del mar y lejos de recuerdos
se apagan los incendios de los días,
lava la noche el corazón abierto
te acaricia la sombra y te apacigua
y aceptas el final del pensamiento
casi lluvia también que se deshace
hierba mojada ya que va perdiendo
el miedo a no ser nada cuando lleguen
las nieves y los fríos del invierno.
La lluvia suena como si cantara
al ritmo que se saben los silencios.
Quedar, dormir, crecer hacia la tierra,
hundir nuestras raíces en el suelo.
Muy bello el poema. Su lectura, al igual que la noche y las sombras, es un bálsamo para las heridas y te lleva a la aceptación.
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