¿Cómo va
tristeza últimamente?
¿Sigue siendo un recurso de la tarde
o surge de la luz con que se dora
el perfil más lejano del paisaje?
Mil palmeras de brazos espantados
nunca se cansan de agitar el aire
como cuerdas a las que pulsa el viento
y acompañan rumores de los mares.
Tristeza duerme agazapada cerca,
de vez en cuando de la noche sale
a decir que está allí, como es costumbre,
y qué es difícil explicar qué sabe.
Y lo mismo le da que sea en julio,
cerca del mar, que las palmeras canten....
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