Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

miércoles, 27 de julio de 2011

Normalidad, hambruna, sobrevivir, actuar....


Día tras día cumplimos con el rito de vivir, con los pequeños altibajos que no rompen la rutina y que nos llevan a enfadarnos, sonreír, disfrutar, preocuparnos.... Y sin embargo, nos dicen –y menos mal que al menos nos lo dicen– miles de personas están muriendo de hambre al sur de áfrica, centenares de sudamericanos son asesinados a diario, hay cárceles en países próximos o lejanos llenas de personas de las que apenas sabemos nada.... ¿Cómo es posible conciliar abandono y brutalidad con civilización? 
Realmente no es posible, pero tampoco es posible sobrevivir con esa responsabilidad, y en esa impotencia se apoyan quienes cometen injusticia y quienes se cruzan de brazos. De manera que no, no creo que haya frivolidad en trabajar, sonreír, leer, actuar, sobrevivir.... y mantener vivo el espíritu crítico, la denuncia y la actuación hasta donde se pueda llegar. Es decir: que la pesadumbre por no poder actuar directa y efectivamente no sea un pretexto para admitir todo. Hacemos lo que podemos y lo hacemos al tiempo que sobrevivimos: al enjuiciar esa situación quizá convenga no manejar criterios absolutos, porque en este primer nivel individual los criterios absolutos –justicia para todos, honestidad de todos, entrega de todo, libertad...– anulan las actuaciones personales y no alcanzan nunca el nivel –normalmente político y económico– desde donde la actuación podría ser efectiva.
Reducidos a nuestro rincón individual poco podemos hacer que no resulte estrafalario, testimonial o inútil; y si renunciamos a ese “poco”, se habrá conseguido amortiguar y anular todavía más lo poco que hubiéramos podido hacer; pero si directamente nos han colocado en la situación de peleles, aun en esa situación podemos actuar, decir, protestar, hacer y no solo contra aquello tan evidente (el hambre en Somalia), sino sobre todo contra el conjunto de elementos que han creado una situación (nuestra maravillosa civilización europea, que permite que se pueda vivir normalmente mientras miles de niños mueren de hambre).
Lo ilustro con un ejemplo que me parece de lo más digno: el del humorista español Forges. Era difícil conciliar capacidad crítica y necesidad de risa. 


1 comentario:

  1. Efectivamente, como vivir si miramos mas alla de nuestro entorno.

    Perdon porla falta de tildes

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