Qué fácil ha de ser amar, amarte,
intensamente amarte cada día,
llevarte al lado, estar y ser contigo,
recoger de tu lado la alegría;
ir a buscar muy cerca cuando callas
el entonces, el aun, el todavía,
el siempre supe que en algún lugar
detrás de tantos ojos existías.
Lejos estabas para allí quedarte,
nunca cambió el lugar que ya tenías,
donde no hay que decir ya nada más
y eres tú lo que fue y lo que sería.
Ser y amar será todo lo mismo
mientras te diga el tiempo todavía.
Que bien se lee! Casi como a Becquer...
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