La ciudad oficial es un conjunto muy bien conservado de calles, plazas, edificios, etc. de marcado carácter eclesiástico, a los que se han añadido dos o tres monumentales recintos modernos: la plaza del Ayuntamiento, Correos, la Prefectura.... que no han conseguido borrar el sabor de ciudad recoleta, que agradece los paseos tranquilos a la caída de la tarde o por la mañana muy pronto, o cuando la ciudad se despierta o cuando se retira. Me dicen que vive fundamentalmente de "servicios" y de los estudiantes, lo que confirman, en efecto, los numerosos edificios de facultades, escuelas, etc., a veces habilitando viejos palacios. El "Fumé", donde se han desarrollado las actividades de la AISO, y la escuela de música, muy cerca, son dos de los más hermosos y representativos.
He añadido algo de los pueblecitos satélites, fundamentalmente de Chauvigny y de la abadía de Saint Savin, a unos 20 kms., que visitamos ayer. Toda la región se las he ingeniado para poder ofrecer alguna curiosidad al visitante.
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Catedral de san Pedro |
Lo mejor para el paseante puede ser, precisamente, callejear e ir leyendo letreros, que con buen criterio y cómodamente explican historia de lugares y de la ciudad. Hay rincones inolvidables que suelen ser los lugares en donde el viejo muro ha encontrado la hiedra conveniente –glicinias, madreselvas y hasta catalpas he visto con esa función– para que el verde o el color vista la severidad de la piedra antigua. Ahí van unos cuantos ejemplos "oficiales", y dejaremos para despedirnos, en otro momento, los rincones menos turísticos, los secretos del paseante.
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Nave central de la abadía de Saint Savin |
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Santa Radegonde |
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Uno de los cinco castillos de Chauvigny |
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Rincón de una casa en Chauvigny |
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Dios nos recibe en el fresco del atrio de la abadía de Saint Savin |
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San Jean de Montierneuf |
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Cripta de la misma abadía, donde yace Saint Cyrile |
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Fresco románico con escena de la virgen el niño y el mal |
"Rincones inolvidables" ... de "madreselvas en flor
ResponderEliminarque me vieron nacer
y en la vieja pared
sorprendieron mi amor,
tu humilde caricia
es como el cariño
primero y querido
que nunca olvidé.
Madreselvas en flor
que trepándose van,
es tu abrazo tenaz
y dulzón como aquel...
Si todos los años
tus flores renacen,
¿por qué ya no vuelve
mi primer amor?",
y con Libertad Lamarque o Gardel, mucho mejor.