Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

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miércoles, 8 de junio de 2011

Las silvas de Quevedo se mueren

El manuscrito en buena parte autógrafo de la BN de Nápoles que contiene una importante colección de las silvas de Quevedo se está muriendo, se está haciendo ilegible. Se ha podido estudiar varias veces, quizá la más extensa y profunda por H. Ettinghausen, pero aun mantiene secretos que quizá hubieran exigido un nuevo examen físico, codicológico. 
¿Por qué está en Nápoles? La respuesta más lógica puede ser: porque Quevedo copió aquellas versiones en otra posterior, más limpia o completa, y abandonó el primer manuscrito, o se lo dejó a sabe dios quién antes de volverse de la capital italiana. Hubo de ser eso en su primer viaje a Madrid, cuando Cervantes comenta que es flagelo de malos poetas y cuando acude a las bodas de Lerma (1616). Pero Quevedo también se encuentra en esa ocasión con otra novedad literaria que concierne mucho a este manusrito: Góngora acaba de difundir una extensísima silva, Las Soledades, que va a cambiar todo el panorama poético del s. XVII y que, probablemente, también repercute en la actividad poética de Quevedo, quien dirá en carta posterior que "sigue trabajando sobre las silvas".


He intentado ver el manuscrito en Nápoles y, como es normal, no he podido; aunque sí que he tenido acceso a una versión digital, que habrá de ser en adelante la única muestra del autógrafo, y que nos tiene que hacer pensar en nuevos modos de archivar los textos, nuevos modos de preservarlos y nuevos modos de trabajar con ellos.
Doy varias muestras de su estado, que es irregular, hay páginas ya francamente ilegibles por trasparencia de la tinta ferruginosa, en tanto que otras muestran el típico desvanecimiento que terminará por convertir a los textos en fantasmas.  

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