Lanzarote
Donde termina el sur comienza un viento
cálido, espeso, extraño, atormentado;
la gama de colores del paisaje
conoce solo el traje de un verano
con plantas cuyo nombre no conozco
–lotos azules, yucas, eonios glaucos–,
las pitas y chumberas y aloes
cubriendo los volcanes apagados.
Lugares donde habitan las ausencias,
a donde nuestra vida no ha llegado
y se siente venir la lejanía
y se sabe que está todo acabado.
La roca negra de este mar distante.
No veo al horizonte ningún barco.
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