Dos sonetos penitenciales para una semana de pasión (17-24 de abril del 2011)
I
Estoy harto de amores imposibles
de aquellos que se dicen a lo lejos,
ahora quiero dos polvos cada noche,
tres pajas, dos mamadas, tres mil besos....;
no te me pongas ñoña y con remilgos,
que de tanto mirar me quedo ciego,
y el corto telediario que aun me aguarda
es para terremotos, para incendios.
Así que vamos a enredar un poco,
que atravesar procede de travieso;
los ojos abre y la dolencia acepta,
mejor que mogigato ser abierto.
Y ahora nos vamos hacia aquellas sombras,
verás como te digo que te quiero.
II
Las cosas que me quedan por hacer:
decirle pobre diablo a gabilondo;
contarle a clara que le quiero mucho,
fumar un porro con su vello púbico;
cantarle las cuarenta a los sociatas;
llamar a óscar diminuto y triste;
llegar a los tres polvos de una vez;
resumir en un verso lo que pasa;
saber por qué en el mar yo veo a gema;
jamás votar a esperancita aguirre;
lograr que a mi hijo no le engañen mucho;
que el roble de las penas se pronuncie;
explicar lo que pasa cuando vuelves;
terminar algo, terminar quizá.
¿Resumir en un verso lo que pasa?...
ResponderEliminarSe me antoja un poco difícil...
Me estoy dando un paseo por tu blog. Estoy viendo muchos temas que me apasionan y veo muchas fotografías impresionantes. Continuaré visitándote.
Me ha gustado el comentario que me has escrito sobre ¿dónde está Quevedo? en una entrada que publiqué hace... ¡más de 7 meses!... ¡Cómo pasa el tiempo!...
A mí me da igual donde estén sus restos,... si es que queda algún resto. A mí me hubiese gustado que descansara en paz y en el lugar que él deseó y dejó por escrito.
Una vez no respetada su última voluntad, y aunque suene el típico tópico, me quedo y tendré para siempre su INIGUALABLE OBRA... ¿No te parece?.
Un abrazo y gracias por tus palabras.
Muy gracioso, Pablo. Si yo fuera esa señorita "ñoña" saldría corriendo... Cuánta agresividad la del rapsoda!
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