Prepararemos pisto esta velada
–calabacín, tomate y berenjena–;
todo lo pelaremos los dos juntos;
yo pondré los cubiertos, tu la mesa.
Nos comeremos todo despacito,
a bocados, lamiendo con la lengua,
como no hay hueso, sin masticarlo mucho;
limpia del tenedor lo que se pega.
Lavaremos despacio con mucha agua
–clara– y con jabón lo que se queda;
que no se dañe la vajilla nunca;
y nos iremos a dormir la siesta.
Despertaré tus ojos con mis besos.
Prepararemos luego la merienda.
Jo, que imaginacion tiene su rapsoda!
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