Con más abril y menos shostakovich
llegaremos
a mayo en pocos días
y desde mayo ya se ven las playas
con traje marinero y con puntillas;
las gaviotas que escriben garabatos
de perfil vienen y de reojo miran,
bostezará el mar sus azules,
nos dejará los sueños sin orillas;
para abril que se vengan los barrocos
–clavicordio, rabel y mandolina–,
que se asome la flor sobre las tapias
a mirar como hacemos pillerías.
y desde mayo ya se ven las playas
con traje marinero y con puntillas;
las gaviotas que escriben garabatos
de perfil vienen y de reojo miran,
bostezará el mar sus azules,
nos dejará los sueños sin orillas;
para abril que se vengan los barrocos
–clavicordio, rabel y mandolina–,
que se asome la flor sobre las tapias
a mirar como hacemos pillerías.
Prepárame
tu cuerpo esta noche,
lo
que tenga que ser, que me lo diga
¿Porque menos Shostakovich?
ResponderEliminarMe dice el rapsoda que al escuchar al compositor ruso –en este blog se ha citado concretamente un par de pasajes de su concierto para chelo y su concierto nº 2 para piano– se le va la primavera y se asoman otras sensaciones, que la profundidad difícil de adjetivar de esos pasajes no deja que asomen sentimientos vitales de otro orden, anónimo.
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