Durante este mes de agosto este cuaderno de pantalla ha sobrepasado las mil entradas.
Setiembre es un mes tradicional para empezar unas cosas y terminar otras, poniendo orden por aquí y por allá. Así será en este cuaderno, cuyas series van a continuarse, al menos hasta que se logre coherencia de cada campo. Y así, volverán a aparecer de manera sistemática:
– las entradas sobre poesía actual
– las entradas sobre el Madrid viejo
– las entradas sobre métrica
– las entradas sobre poesía de Quevedo
– las entradas sobre manuscritos
– las recetas
– las entradas sobre lugares de investigación
– las referencias sistemáticas de revistas profesionales
En la faceta mas creadora, parece inevitable que el rapsoda mande versos. Le he pedido a Denis Antonio que siga, de la misma manera, con sus colaboraciones. El cuaderno terminó todo un libro, China destruida, que he de preparar para imprenta, pero que se está puliendo y ha de ser leído previamente por un par de lectores con autoridad.
Y desde luego, seguirán las entradas intempestivas, circunstanciales, las debidas a ramalazos y contingencias, las indecentes, las etcéteras. Seguirán siendo autores en los que insistiré documentalmente –es decir: de los que mantengo fondo documental inédito y brújula investigadora: Quevedo, Villamediana, Luis de Carvajal, Diego Hurtado de Mendoza, fray Martín Sarmiento.... Y alguno más que pueda aparecer.
Durante el verano, y particularmente durante los últimos días de agosto, los lectores han ido descendiendo, en algún momento han llegado a la mitad de lo usual –cien. Su distribución geográfica sigue siendo la que en algún momento expliqué, con audiencia muy amplia en Madrid –dentro de España–, en Argentina, México, Colombia, Venezuela –en América del Sur– y en Estados Unidos. Lamentablemente siguen sin aparecer lectores de Japón, Corea, China....
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