Hecho para querer a su manera
el corazón está hasta los cojones
no se resiste a desplegar sus redes
no me atiende ni a ruegos ni a razones,
y quiere quiere quiere sin motivo
se me pena por todos los rincones
y no hay querencia en la que no se enganche
y es inútil tratarle a coscorrones
así que llamo a la vejez templada
y aprovecho las nuevas ocasiones
y me pongo a pensar todo sin trabas
mientras me doy la mar de explicaciones
Serenidad vendrá cuando me vaya.
Todo se arreglará en las conclusiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario