Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

domingo, 22 de agosto de 2010

Gaitas de ferias, lenguas

Uno de los ingredientes de las vacaciones españolas es, sin duda, el de las fiestas en pueblos, lugares, aldeas... que jalonan todo el verano y se concentran alrededor del quince de agosto, el día de la Virgen. Depende de la comarca y sus cosechas para que la tradición venga temprana o se alargue hasta setiembre, cosa que prefieren las comarcas vinícolas, cuando se recoge la uva. Se festejaba con los bolsillos llenos. 

Ahora andan con cambios de todo tipo, porque la razón de la fiesta ya no está tan determinada con el final del trabajo y la recolecta, sino con el tiempo del ocio que cada uno busca. El dominio sigue siendo el de mares y playas sobre el de montes y ciudades; aunque si se fija uno bien, ligeros cambios se detectan que a terminarán por arrinconar playas. Una de las últimas y sorprendentes noticias de un telediario veraniego contaba como los veraneantes madrugaban (¡a las siete y a las ocho de la mañana!) para ocupar con sombrilla, toallas y enseres un puesto en la playa cerca del mar, porque, si se descuidaban, o tenían que andar hasta muy lejos o se tenían que colocar en zona alejada y pedregosa, con difícil acceso al agua y al baño. No decía la locutora de dónde se trataba, pero eso está ocurriendo en playas de Levante, del Sur y algunas de la Costa Catalana, entre otras. En las de Levante, las inmobiliarias aliadas con los ayuntamientos han conseguido establecer multitud de pocilgas en las que resulta tan desagradable la suciedad del agua como la congestión de construcciones, sin espacios abiertos, sin aire, sin sosiego... Dicen que ya hay gente que durante julio y agosto se va al interior, a los pueblos, que huye de las aglomeraciones playeras. Pero ¿qué se puede hacer con esas inmensas murallas de ladrillo y cemento que han deteriorado irremediablemente el Mediterráneo, los espacios de la luz y el color? 

En lugares pequeños todavía se puede disfrutar del ritmo asequible de la fiesta más o menos tradicional. En donde yo estoy, un pequeñísimo lugar que linda por el Oeste con Boston y por el Norte con Inglaterra, reaparecen las gaitas, los bailes regionales –muy adulterados, es verdad– las "jiras" o excursiones familiares a la ermita, con la merienda y vino abundante. Yo me fijo especialmente en las cuestiones de lengua, por deformación profesional, y distinto entre la lengua melodiosa, entonada, genuina, a veces difícil, de los aldeanos mayores y la lengua totalmente arrasada de las televisiones locales y las personas de la ciudad –supermercados, bares, tiendas, actos públicos, bancos...– que hablan una lengua propia, cuando la hablan, contaminada, arrasada, de tonos destruidos por el castellano dominante. 
Niños ensayando gaitas delante del "Tía María" (Cedeira)
Por cierto, yo soy castellano viejo.

2 comentarios:

  1. A las playas hay que ir en otoño o primavera...a las de Boston no hay quien se atreva en invierno.
    Yo tengo apellidos de conversa, de Granada, mitad judía y mitad árabe...A mucha honra!

    ResponderEliminar
  2. ... FIESTAS DE VERANO, LENGUAS Y OTRAS MIGRACIONES...


    PALAVRAS ONDE ME PERCO

    How I long for the days when words were essential!
    Outros tempos quando a palavra encerrava uma certeza
    existencial
    — coeur et mots, moi même in a fabric of being.

    Foi há tanto tempo que parti...
    As palavras custam a vir,
    como se eu as quisesse articular mas houvesse uma pedra
    na garganta.

    A voz lusitana escorre sem que dela eu beba,
    quase alien, porque já não sonho em português.

    Palavras, words, mots perdus...
    Labirintos de imagens onde me perco
    na ânsia de chegar à outra margem de mim.

    J'ai changé le profil du jour
    et j'ai perdu mon visage en ce temps,
    never again myself between the sea and the maples.

    Oh tragédia de imigrar, de partir sem chegar
    tecendo na diáspora un être d'ici et de toujours.

    Demain será un autre pays, un autre matin,
    but I won't be here. De identidade dispersa
    I'll be searching in yesterday
    for the name of a water bird among the snow.


    (Avelina da Silveira, 1959-)


    P.D. Un raro y "babélico" poema. Rumores del mar de las Azores...
    No tiene que publicarlo. Se lo molesto, hágamelo saber por favor. Muchas gracias.

    ResponderEliminar