Por el valle de Santalla
con Belinda voy soñando;
la rima de este romance
la ponen sus ojos garzos,
que cuando miran asaltan
y cuando se van los llamo.
Estos surcos amarillos
que el tiempo trazó en mis manos
Jazmín de invierno |
arrugas del corazón
aún más los trabajaron,
por eso te miro, Belinda,
de lejos y de soslayo
con la voz de los suspiros
a la luz del desencanto;
con todos tienes palabras,
yo me quedo arrinconado.
Si me quieres, date prisa,
me quedan dos telediarios.
Santalla de verme así
se ha vestido de verano,
jazmines en los caminos
se trenzan por los castaños;
yo nada vi semejante,
Sólo dos telediarios? Esa Belinda veleidosa! Llevas razón, dale un telediario más y acaba con tus cuitas. Pero no me eches la culpa por el consejo apresurado.
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