De las ciudades marinas de España pocas pueden competir con La Coruña, quizá Cádiz, San Sebastián...; pero no llegan a esa sensación continua de mar que en La Coruña uno experimenta desde que se aproxima hasta que se va, después de haber paseado calles, plazas, jardines, playas.
Eso sí, no pude ver las bibliotecas que iba a visitar –manía que tengo, como otros visitan museos o monumentos–, pues estaba cerrada, por saneamiento, la que se encuentra en el edificio histórico de la plaza de San Agustín, sede de la Academia de Bellas Artes, de manera que pasee por las calles, hasta llegar a la playa de Riazor, espléndida de luz y de gente. Las playas urbanas tienen su encanto.
Me perdí luego por el paseo marítimo, incomparable, otra vez por la luz, el paisaje verde, el mar... y la brisa, que mantenía la temperatura a 22 grados, mientras el resto de España se abrasaba. En el deambular final obtuve alguna fotografía peculiar, como la de esta preciosa librería, cuyo nombre me pareció de perlas. Y terminé en el puerto, soñando en las ciudades lejanas a las que se podría uno embarcar...
Plaza de Mariana Pita |
playa de Riazor |
Gracias por esas fotos de La Coruna. Vivi alli unos anios. Esa playa y su limpia agua donde mi sangre mediterranea no me permitio mojarme mas alla del tobillo sin que se me encogiera el alma. Gracias,Pablo.
ResponderEliminarTengo un nuevo ordenador pero me faltan las tildes!
Mariana Pita, no: María Pita
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