Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

martes, 12 de octubre de 2010

"Para decir adiós basta un momento..."

Para decir adiós basta un momento;
para tejer la red del buen amor
se necesitan los paisajes, tiempos,
silencios... de todas las estaciones,

que acostumbren la piel a las caricias,
la mirada serena a la rutina,
el hábito final de la ternura
que adorna la pasión y juguetea,

mientras alrededor la luz sosiega
y podemos dormir con dulzura
al animal de la melancolía.

Para decir adiós ya vendrá el tiempo;
no hace falta que ahora le entreguemos
el fruto de los días madurados.

6 comentarios:

  1. Hoy escuché alguién, muy docto y formal, decir el obvio (o no?) - Un libro no existe sin autor, pero vive suelamente en sus lectores. (No sé se mi Castellano es suficiente para pensamientos tan hondos...)
    Bueno, Chiqui, gracias por tu lectura. Tus palabras sencillas transformaran serenamente mi vivencia del poema. Muchas gracias por eso.

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  2. Sofía, gracias por dirigirte a mí. El poema es esperanzador para aquellos que empezamos a despedirnos -sin darnos cuenta- por aquello de la edad. Tú te ves muy joven y graciosa en esa foto! Que mi seudónimo no engañe a nadie, es el nombre de mi perro!

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  3. Estrella, gracias por contestarme.
    Perdoname se te llamé Chiqui, el nombre de tu perro. Sin embargo es un nombre que me transmite mucha alegria!
    Te gusta la pintura de la foto? Maria Helena Vieira da Silva - me encanta su pintura - tenía tal vez 22 años cuando hizo ese su autorretrato (Paris, 1930).
    Leí muchas cosas en el soneto, Estrella. No solamente Paz. Es cierto que algo de mí, del palimpsesto que yo soy (todos lo somos, creo), leí...
    Lo sentimento de la transitoriedad de la vida y de nos mismos, eso lo entiendo muy bien.

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  4. ¡Qué elegancia y buen sentido elegir el nombre del perro!, con lo majos que son ellos a comparación de los líos que se traen estos humanoides.
    Seguro que si comentara Chiqui-perruno en este cuaderno, nos daría mil vueltas a todos, incluso en verso.

    Sis - el de Don Libra

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