soy ladrón de paraguas lo confieso
pero me gusta tanto que la lluvia
me moje que no suelo utilizarlos
casi nunca además los pierdo como
más o menos hacemos todos creo
que lo mejor sería fabricar
paraguas o venderlos en las playas
las ciudades hermosas los jardines
junto al mar es decir en los lugares
que la lluvia embellece aun más a ver
si de este modo se pudiera al fin
llegar a resolver sin muchos trances
el puñetero enigma de la vida
y de qué hacer con la belleza lluvia
pero me gusta tanto que la lluvia
me moje que no suelo utilizarlos
casi nunca además los pierdo como
más o menos hacemos todos creo
que lo mejor sería fabricar
paraguas o venderlos en las playas
las ciudades hermosas los jardines
junto al mar es decir en los lugares
que la lluvia embellece aun más a ver
si de este modo se pudiera al fin
llegar a resolver sin muchos trances
el puñetero enigma de la vida
y de qué hacer con la belleza lluvia
Te ha quedado bien este poema chubasquero.
ResponderEliminarPablo unos roban paraguas y otros bolígrafos. En casa hay una colección disparatada de ellos. En cambio, cuando llueve, nunca encuentro un paraguas!
ResponderEliminarY luego está el misterio de los calcetines. Por que será que siempre hay calcetines cojos? De ahí podrías sacar otro soneto.
Chiqui, un soneto voy a "sacar" de Chiqui...
ResponderEliminarDe qué chiqui, la del blog, la que conoces o la que te imaginas? Pues que no se te olviden los tercetos o se los robes a alguien. Atenta estoy!
ResponderEliminarBis. Vale hacer un comentario intrascendente? Tipo: me pareció realmente bello.
ResponderEliminargracias.
ResponderEliminarMe ha encantado, aunque yo, la verdad, hasta no hace mucho nunca usaba paraguas...
ResponderEliminar¿Para qué usar paraguas y renunciar al placer de sentir el tacto de la lluvia en el pelo? La lluvia nos proporciona instantes de conexión con la naturaleza. Nada hay más hermoso
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