Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Manuel Villena y Zapa cantan mañana


Mañana jueves, por la tarde, cantan en la C/ Minas esquina a la del Pez, Zapa y Manuel Villena. Conocí físicamente antes de ayer a Manuel Villena –serio, tímido, respetuoso, altísimo... porque me lo presentó mi buen alumno Víctor.  Había musicado con elegancia uno de mis sonetos (está la versión en este cuaderno), y mis colegas norteamericanos me alabaron su voz y su tarea; pero se quejaban de que no se diera a conocer más. Bueno, pues yo vuelvo a dar noticia de sus tareas, y acudiré a la calle Minas, aun perdiéndome la presentación de un libro en la Residencia de Estudiantes, que me interesaba mucho, y del que también doy noticia al menos, ya que no puedo ir.


La Calle Minas está, para los que no conzcan aquel barrio, en uno de los lugares históricos de Madrid (Malasaña), donde yo conservo parte de mis raíces lejanas, pues en la callecita de al lado (la calle Escorial) vivieron siempre mis abuelos maternos, mi madre, por tanto. Y en la calle de Valverde se casaron mis padres, etc.  Y estas raíces que cada uno de nosotros lleva, a veces sin saberlo, rebrotan de vez en cuando con extraña fuerza y nostalgia. Viajando o viviendo por ahí siempre comentaba, con su qué de asombro, el repentino brote de raíces que experimentaban españolitos –mediterráneos, en general– lejanos que, después de pasar 30, 40 o más años en lejas tierras, decidían vender o enajenar todo y volver al lugar donde la raíz estaba. Y volvían a Levante, a Galicia, a un pueblo andaluz... felices, como si por su vida no hubiera pasado todo aquel tiempo. Podría decir tántos nombres (tipo Llorens), pero no sé si les gustaría que lo diga así, paladinamente, aunque nada hay de vergonzante en ese retorno.

3 comentarios:

  1. A nosotros, los jóvenes, sí que nos gustaría que lo contaras.

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  2. Allí estaré. ¡Pasaré lista!

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  3. Pablo, no se te olvide decirle que está en mi blog y que, efectivamente, tiene una voz que es un imán; qué la cuide. Tú, ofrécele más sonetos.

    http://chiquitin52.blogspot.com/2010/08/han-ganado-los-buenos-manuel-villena.html


    Yo creía que ya había dejado este comentario esta mañana. No me lo habrá censurado usted por piropear a otro? Ya le dije lo guapo que estaba en la foto del collar...
    Saludos, Victor, te conozco de nombre.

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